miércoles 18 de diciembre de 2024 10:39 am
Eddy Tolentino

La gripe aviar H5N1: ¿Estamos al borde de otra crisis sanitaria global?

En los últimos meses, la cepa H5N1 de la gripe aviar se ha consolidado como una de las amenazas sanitarias más preocupantes. Este virus, conocido por su alto nivel de letalidad en aves y mamíferos, está mostrando señales de evolución que podrían facilitar su transmisión entre humanos, lo que despierta alarmas en la comunidad científica global.

Estados Unidos en alerta: contagios inesperados en cerdos

En Estados Unidos, donde se vive una epidemia de gripe aviar desde hace meses, el reciente hallazgo de un cerdo infectado con H5N1 ha encendido las alarmas. Aunque la gripe aviar está diseñada para infectar células respiratorias de aves, la capacidad de los cerdos para contraer tanto virus aviares como humanos los convierte en un “puente” potencialmente peligroso. Según expertos, el aparato respiratorio de los cerdos es similar al de los humanos, lo que permite que el virus pueda entremezclar material genético y adaptarse mejor al organismo humano.

Este fenómeno, conocido como “reordenamiento genético”, aumenta el riesgo de nuevas variantes de la gripe aviar con capacidad de propagarse entre humanos. La detección de un caso en cerdos marca un posible punto de inflexión en la evolución del virus y subraya la necesidad de vigilancia epidemiológica estricta.

China: investigaciones preocupantes sobre la cepa H2N2

Desde China, los hallazgos de un equipo liderado por el virólogo George Fu Gao también generan preocupación. Su estudio sobre la cepa H2N2 del virus de la gripe aviar revela que esta variante tiene la capacidad de adaptarse rápidamente para infectar tanto a animales como a humanos. Experimentos en animales como ratones y hurones demostraron que el virus puede adquirir mutaciones que lo hacen más eficiente en organismos mamíferos.

Los expertos recuerdan que en 1957 una cepa de H2N2 causó la “gripe asiática”, una pandemia que dejó más de un millón de muertos antes de desaparecer en los años 60. Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, gran parte de la población actual carece de inmunidad frente a una nueva variante similar, lo que podría facilitar un brote a gran escala.

H5N1: El cambio abrupto en la excreción viral

El comportamiento del H5N1 en la actualidad es motivo de especial atención. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque la mayoría de los casos humanos reportados se han relacionado con el contacto directo con animales infectados, el virus está mostrando un aumento en su capacidad de excreción viral, lo que facilita la expulsión de partículas infecciosas a través de la exhalación. Este fenómeno podría explicar el incremento de contagios en animales, y aunque hasta ahora no se ha confirmado transmisión de humano a humano, los científicos no descartan que sea posible en un futuro cercano.

Medidas de prevención: la clave para evitar una pandemia

Francia, por ejemplo, ya ha tomado medidas drásticas, como el sacrificio masivo de 800,000 patos, para contener la propagación del virus. Este enfoque preventivo resalta la importancia de la vigilancia y el control temprano para evitar que el virus alcance niveles pandémicos.

El equipo chino que investigó el H2N2 ha enfatizado la necesidad de fortalecer la vigilancia en animales y realizar evaluaciones de riesgo constantes. Estas medidas, aunque costosas y complejas, son esenciales para la prevención de futuras pandemias.

¿Debemos preocuparnos?

Aunque por el momento el riesgo de transmisión masiva entre humanos se mantiene bajo, los recientes hallazgos científicos subrayan la fragilidad del equilibrio entre virus y huésped. La posibilidad de que el H5N1 evolucione hacia una variante más contagiosa no puede descartarse, por lo que las autoridades sanitarias deben mantenerse alerta y fortalecer las medidas de control.

La historia de pandemias anteriores, como la gripe asiática o incluso el reciente COVID-19, nos recuerda que el monitoreo constante y la respuesta temprana son fundamentales para proteger la salud global.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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