Durante la reciente campaña electoral, el presidente electo Donald Trump lanzó duras críticas contra las políticas pro-LGBTQ+, posicionándose firmemente contra algunas de las reformas más controversiales de la Administración saliente, encabezada por el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. Su discurso, orientado a la base conservadora de su partido, ha resonado especialmente en aquellos sectores que consideran que las políticas inclusivas hacia las comunidades transgénero han ido demasiado lejos.
Vivian Jenna Wilson, la hija transgénero de Elon Musk, no ocultó su descontento tras la victoria electoral de Trump. A través de sus redes sociales, Wilson compartió que está considerando abandonar Estados Unidos debido a lo que percibe como un ambiente cada vez más hostil hacia las personas transgénero y a las políticas pro-LGBTQ+. “Lo he pensado desde hace tiempo, pero ayer lo confirmé. No veo mi futuro en Estados Unidos”, expresó con pesar en un mensaje que generó gran revuelo en las redes sociales. Añadió que, incluso si Trump solo permaneciera en el cargo por un período de cuatro años, las personas que votaron a favor de sus propuestas “no se irán a ninguna parte en el futuro cercano”, lo que la lleva a concluir que la situación podría empeorar a largo plazo.
Las políticas que Trump ha propuesto durante su campaña incluyen medidas severas en contra de la atención médica para personas transgénero, especialmente en prisiones y cárceles, donde propone eliminar los tratamientos de transición de género. También se ha manifestado en contra de la participación de atletas transgénero en deportes femeninos, argumentando que no es justo para las mujeres cisgénero competir contra ellas. Estas propuestas se suman a otras declaraciones que se han considerado como un intento de revertir algunos de los avances conseguidos en los últimos años en cuanto a derechos civiles para las personas trans.
En cuanto a la vicepresidenta Kamala Harris, Trump no ha sido menos contundente, mostrándose crítico con su postura hacia las Fuerzas Armadas. En sus declaraciones, el expresidente comparó el trato que se le da a los militares bajo la administración de Biden-Harris con lo que él propone, acusando a la administración actual de estar “demasiado enfocada en la cultura ‘woke’” y manifestando su deseo de un ejército más tradicional y menos influenciado por las preocupaciones sociales. “¡No tendremos un Ejército ‘woke’!”, exclamó Trump en uno de sus discursos.
Elon Musk, por su parte, ha apoyado en varios momentos las críticas de Trump, particularmente en relación con las cuestiones de género y la ideología ‘woke’. En una entrevista, Musk expresó su preocupación por la influencia de las ideas ‘woke’ en la educación de sus hijos, mencionando que uno de ellos, Vivian, fue “figurativamente asesinado por el virus de la mente ‘woke’”. Musk alegó que se le engañó para que permitiera a su hija comenzar a tomar bloqueadores de pubertad sin entender completamente las consecuencias, acusando a los médicos de no explicarle adecuadamente que estos bloqueadores pueden llevar a la esterilización permanente.
El término ‘woke’ ha adquirido gran relevancia en los últimos años en los debates sobre derechos civiles, feminismo, equidad racial y otras cuestiones sociales en Occidente. Originalmente utilizado en el contexto de la lucha por la justicia racial, ‘woke’ ha sido adoptado por muchos como una forma de describir una conciencia social activa y comprometida con los derechos de las minorías. Sin embargo, para muchos conservadores, este término ha evolucionado para representar un conjunto de propuestas que consideran excesivas, polarizantes y dañinas para las instituciones tradicionales, como el sistema educativo o el Ejército.
Es importante señalar que, a nivel internacional, el movimiento LGBTQ+ ha tenido un impacto en diversas regiones del mundo, pero no ha sido recibido con el mismo apoyo en todos los países. En Rusia, por ejemplo, la comunidad LGBT y sus iniciativas han sido calificados como extremistas y están prohibidos por el gobierno.
En resumen, las críticas de Trump y Musk a las políticas de Biden y Harris reflejan una creciente polarización en torno a temas de identidad de género y derechos civiles. Mientras algunos defienden la necesidad de avanzar en la inclusión y la protección de los derechos de las personas transgénero y otras minorías, otros sienten que estas políticas están avanzando demasiado rápido y afectan negativamente a las instituciones y valores tradicionales de la sociedad.