El hijo del presidente está acusado de posesión ilegal de un arma de fuego y de mentir sobre su adicción al crack mientras completaba un formulario federal de verificación de antecedentes.
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, hizo acto de presencia en un tribunal federal en Delaware para la apertura del juicio de su hijo, Hunter Biden, por posesión de armas. La esposa de Joe Biden llegó acompañada por su hermana, Ashley Biden, su esposa, Melissa Cohen y sus abogados defensores.
Asimismo, Kevin Morris, un abogado de Hollywood y principal patrocinador de Hunter, también estuvo presente en el tribunal. A menudo referido como el “hermano de azúcar” de Hunter, Morris estuvo acompañado por Ashley.
Hunter, que enfrenta cargos de posesión ilegal de un arma de fuego y mentir sobre su adicción al crack mientras completaba un formulario federal de verificación de antecedentes, es el primer hijo de un presidente en ejercicio en ser juzgado.
La presencia de la primera dama de Estados Unidos y demás familiares en el juicio se da en el proceso de selección del jurado, que ha dado inicio esta mañana. Los fiscales de la oficina del fiscal especial David Weiss y los abogados de Hunter Biden están buscando un grupo de panelistas que puedan decidir el caso de manera justa e imparcial, independientemente de sus opiniones políticas.
De acuerdo con los fiscales, Hunter compró un revólver Colt Cobra calibre .38 el 12 de octubre de 2018, después de marcar “no” en respuesta a una pregunta en un formulario de solicitud sobre si consumía sustancias controladas. Tuvo el arma ilegalmente durante 11 días antes de que Hallie Biden, su cuñada convertida en amante, arrojara el arma a la basura.
Se espera que Hallie sea citada como testigo de cargo, al igual que la exesposa de Hunter, Kathleen Buhle. En caso de ser declarado culpable, Hunter podría enfrentar hasta 25 años tras las rejas. Se ha declarado no culpable de los tres cargos.
El juicio se produce pocos días después de la condena de Donald Trump, contrincante de su padre para las elecciones presidenciales, por pago secreto para mejorar sus perspectivas electorales en 2016.
Con información de New York Post.
Jerald Jiménez
