La visita del expresidente Donald Trump a Nueva York este miércoles generó una fuerte reacción en diversos sectores, encabezados por el sindicato de salud más grande del país, 1199SEIU, y comunidades de Long Island. Los manifestantes rechazaron su presencia y condenaron lo que consideran un discurso de odio y división.
Líderes de 1199SEIU, cuyo presidente, George Gresham, se pronunció en apoyo de la comunidad haitiana, organizaron protestas frente a dos hospitales en Brooklyn. Denunciaron los comentarios racistas de Trump y del senador republicano JD Vance, dirigidos a inmigrantes haitianos, en los que acusaron a los migrantes de Springfield, Ohio, de comer perros y gatos, lo que fue calificado como cruel e inaceptable.
En paralelo, en Hempstead, Long Island, residentes y líderes locales se manifestaron con pancartas para expresar su rechazo a la política divisiva del expresidente. Los manifestantes hicieron un llamado a defender los derechos de los trabajadores y las libertades, destacando la importancia de elegir a Kamala Harris como la próxima presidenta.
Durante su breve visita a Nueva York, Trump no realizó eventos masivos, pero hizo una aparición en un bar del Greenwich Village, donde interactuó con aficionados de criptomonedas. Posteriormente, se dirigió a su mitin en Nassau Coliseum, Long Island, su primera gran concentración tras lo que describió como un segundo intento de asesinato.
Esta es la segunda vez que Trump visita Nueva York como parte de su campaña presidencial, luego de un mitin en El Bronx en mayo y una reunión con comerciantes locales en abril.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com