Un equipo de buzos descubrió 168 botellas de champán en un naufragio en el Mar Báltico, lo que les lleva a técnicas de añejamiento innovadoras.
El descubrimiento en 2010 de 168 botellas de champán en un naufragio finlandés ha descorchado una serie de desarrollos y posibilidades fascinantes para el futuro de la elaboración del vino, en una única mezcla de historia e innovación.
Encontradas en el archipiélago de Åland, según el sitio especializado IFLScience, estas botellas, algunas de las prestigiosas casas de Juglar y Veuve Clicquot, no solo han alcanzado un buen precio en una subasta, sino que también han inspirado una nueva ola de pensamiento sobre el envejecimiento y el almacenamiento del vino.
De las profundidades del océano a las alturas de las subastas
El champán del naufragio, que se cree que es el más antiguo jamás probado, permaneció intacto en el fondo del Mar Báltico desde 1852 hasta su descubrimiento. Inicialmente descrito con términos como “cabello mojado” y “cursi“, el perfil de sabor del champán se transformó notablemente al airearlo, revelando notas complejas y deseables.
Esta transformación inesperada llevó a una subasta en la que 11 botellas recaudaron $156,000 dólares, y ahora se estima que las botellas individuales valen hasta $190,000 dólares, según un artículo de The Guardian.
Los sabores intrigantes y el buen estado de conservación del champán naufragado han puesto de relieve la idea del añejamiento bajo el agua. Dado que el champán tradicional requiere al menos 15 meses de maduración en bodega, según el sitio web del Comité Champagne, los enólogos ahora están explorando el océano como un entorno único que ofrece temperaturas estables y protección de la luz.
Innovadores como Leclerc Briant con su cuvée Abyss y otros enólogos de todo el mundo están experimentando sumergiendo vino en varios lugares bajo el agua, descubriendo que los vinos pueden envejecer más lentamente, mantener la frescura y potencialmente desarrollar perfiles de sabor únicos.
El futuro de la elaboración del vino: debajo de las olas
A medida que la industria toma nota de los beneficios potenciales del envejecimiento bajo el agua, el futuro de la elaboración del vino podría ver un cambio de paradigma hacia estas bodegas acuáticas.
El descubrimiento del naufragio no solo ha proporcionado una instantánea histórica del champán del siglo XIX, sino que también ha allanado el camino para una exploración más amplia de cómo las profundidades del mar pueden influir y mejorar el proceso de envejecimiento.
Dado que los sommeliers señalan que algunos vinos saben como si acabaran de ser embotellados incluso después de dos años bajo el agua, este método podría no solo tener que ver con la novedad, sino también con desbloquear nuevas dimensiones en la calidad y longevidad del vino.
El descubrimiento de champán añejo en un naufragio del Mar Báltico ha desencadenado un viaje fascinante desde la curiosidad histórica hasta las prácticas vitivinícolas innovadoras.
A medida que los precios de las subastas se disparan y los enólogos se sumergen en las posibilidades del envejecimiento bajo el agua, este hallazgo no solo ha arrojado luz sobre el pasado, sino que también está dando forma al futuro de la industria del vino.
Con el encanto de las botellas antiguas y los resultados prometedores de los vinos añejados en agua, tanto los entusiastas como los expertos de la industria están observando atentamente este espacio, listos para abrazar las profundidades de las posibilidades que se esconden bajo las olas.
El Diario