viernes 22 de noviembre de 2024 2:11 am
Eddy Tolentino

Un joven de 26 años fue acusado del apuñalamiento fatal afuera de un bar en El Bronx (NYC) del mexicano Baraquiel Castelán, hombre que pasó más de dos años preso por un crimen que no cometió. Demandó a NYPD en 2018 y ese caso estaba pendiente al momento de su muerte.

Diego Ortega fue capturado como sospechoso en el apuñalamiento fatal afuera de un bar en El Bronx (NYC) del mexicano Baraquiel Castelán, hombre que pasó más de dos años en Rikers Island por un crimen que no cometió.

Ortega, de 26 años, fue acusado el lunes de homicidio involuntario y posesión de armas, entre otros cargos, luego de ser extraditado a Nueva York tras su arresto el 6 de marzo por alguaciles en Maryland, reportó Daily News.

Castelán, de 32 años, fue apuñalado la madrugada del 3 de febrero durante una discusión que involucró a un grupo de hombres afuera del bar y restaurante “El Chicanito” en E. 153rd St. cerca de Elton Ave. en Melrose. Paramédicos lo llevaron rápidamente al Hospital Lincoln, pero no pudieron salvarlo.

“Lo único que queremos es que la persona que lo hizo pague”, dijo en ese momento la hermana menor de la víctima, Olivia Castelán, de 29 años. “En ese lugar pasan muchas cosas. ¿Por qué sigue abierto?”, agregó sobre el establecimiento donde sucedió el crimen.

Ortega tiene cuatro arrestos previos, dijo la policía. Se ordenó su detención sin derecho a fianza cuando fue procesado por los cargos en el Tribunal Penal en El Bronx.

Castelán, quien vivía cerca, fue apuñalado en el cuello, el brazo y el pecho. Tenía dos hijas pequeñas, de 9 y 1 año, y trabajaba como repartidor en una farmacia hasta que sufrió un accidente reciente. También laboró en un restaurante familiar de su barrio.

El crimen fue una “disputa entre dos pandillas mexicanas”, dijo el mes pasado el jefe de detectives de NYPD, Joseph Kenny. Un amigo de Castelán también fue apuñalado en el bar, pero sobrevivió al ataque.

Castelán pasó más de dos años en Rikers Island por un apuñalamiento que no cometió en 2016, según un reporte previo. La policía lo describió en ese momento como líder de la pandilla callejera “Cholos 152”, pero él negó ser líder del grupo y dijo que eran “más amigos que una pandilla”. Demandó a NYPD en 2018 y ese caso estaba pendiente al momento de su muerte.

El Diario

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