De las 129 personas fallecidas, 24 murieron por disparos de advertencia realizados por las fuerzas de seguridad, mientras que el resto falleció debido a asfixia o empujones.
Un intento de fuga en la prisión central de Makala, la más grande de la República Democrática del Congo (RDC), resultó en la trágica muerte de al menos 129 personas en la madrugada del lunes, según informó el Gobierno congoleño.
El ministro del Interior, Jacquemain Shabani Lukoo, comunicó a través de la red social X que el recuento provisional de víctimas incluye 24 personas que fallecieron debido a disparos de advertencia realizados por las fuerzas de seguridad, mientras que las demás murieron por asfixia o empujones en medio del caos.
“El Gobierno se ha hecho cargo de los heridos y lamenta profundamente los importantes daños materiales sufridos, incluyendo la destrucción de edificios administrativos, la enfermería y los depósitos de alimentos”, agregó el ministro.
El Gobierno informó que la calma ha sido restablecida y presentó sus condolencias a las familias de las víctimas. “Se ha iniciado una investigación para esclarecer lo ocurrido”, afirmó Lukoo, quien también convocó una reunión de crisis con los jefes de los servicios de defensa y seguridad.
El viceministro de Justicia, Mbemba Kabuya, había informado previamente sobre dos muertes y descartó que la prisión hubiera sido atacada desde el exterior. “Se trata de un movimiento de rebelión que comenzó en el pabellón 4”, declaró Kabuya a medios locales.
El portavoz del Gobierno, Patrick Muyaya, confirmó a EFE que la Policía fue enviada temprano para contener el motín.
“Hubo muchos disparos de advertencia y las fuerzas de seguridad están dentro del recinto de la prisión para intentar restablecer el orden”, precisó Muyaya desde Pekín, donde acompaña al presidente Félix Tshisekedi en el Foro de Cooperación China-África (FOCAC).