sábado 23 de noviembre de 2024 4:10 am
Eddy Tolentino

Estos recursos provienen de un acuerdo de $462 millones, que logró la fiscalía general de Nueva York, con la empresa Juul Labs Inc, tras ser acusada de promover esta adicción.

La Ciudad de Nueva York dispone desde este jueves más de $27 millones adicionales para emprender campañas educativas y de prevención contra el vapeo y la adicción a los cigarrillos electrónicos. Esta transferencia de fondos, ocurre en un momento clave sobre la presencia ilegal de estos productos en el mercado, que pese a las prohibiciones municipales, siguen campantes por las calles de la Gran Manzana, particularmente en los entornos escolares.

Estos recursos provienen de un acuerdo de $462 millones, que logró la fiscalía general de Nueva York el año pasado, con la empresa Juul Labs Inc. (JUUL), tras ganar una demanda por alimentar la “epidemia de vapeo entre los jóvenes”.

Ese acuerdo también impuso restricciones a las capacidades de ventas y marketing de estos productos con la esperanza de reducir el vapeo entre los jóvenes.

“JUUL consiguió que nuestros hijos se engancharan con los cigarrillos electrónicos y obtuvimos estos fondos para protegerlos de este daño. Se dirigieron a nuestros niños con anuncios engañosos y sabores atractivos, y mintieron sobre los efectos de sus productos en la salud”, recalcó la fiscal Letitia James en la escuela secundaria Martin Luther King en Manhattan.

Esta acción de combate al vapeo, coincide con el anuncio reciente de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), de rescindir las órdenes de denegación de comercialización de productos de vapeo de JUUL. Aunque aún no ha decidido si los productos finalmente permanecerán en el mercado.

Directo a la comunidad

Sin embargo, mientras la agencia federal sigue analizando los alegatos de esta empresa, que califica a sus productos como “inofensivos”, la fiscal neoyorquina insistió en que los cigarrillos electrónicos pueden causar daños graves y JUUL invirtió mucho en comercializarlos entre los niños.

“Como resultado de la acción legal de mi oficina, la Gran Manzana ahora tiene más recursos para invertir en educación, prevención, aplicación de la ley e investigación para frenar la epidemia de vapeo juvenil”, ponderó James.

Por su parte, el alcalde Eric Adams acusó a JUUL de recaudar miles de millones de dólares, al mismo tiempo de crear una crisis de salud pública y colocar a miles de adolescentes en el camino de la adicción.

“No nos quedemos de brazos cruzados, mientras los traficantes de nicotina continúan dañando a nuestra juventud. Hoy, estamos tomando millones de dólares de JUUL y los estamos invirtiendo directamente en la comunidad”, advirtió el mandatario municipal.

Los fondos se dividirán entre la Ciudad que ahora cuenta con $12.192.627,67 y el distrito escolar que está recibiendo $14.972.656,622 para estrategias de prevención.

Una amenaza a los adolescentes

Después del lanzamiento de JUUL en 2015, el uso de cigarrillos electrónicos por parte de los estudiantes de secundaria de la ciudad de Nueva York se triplicó, del 8,1 por ciento en 2014 al 23,5 por ciento en 2018, de acuerdo con datos compartidos por la fiscalía.

“Esta empresa encendió una crisis de salud pública a nivel nacional y puso productos adictivos en manos de menores, que pensaban que estaban haciendo algo inofensivo. El uso de cigarrillos electrónicos, entre los estudiantes de secundaria y preparatoria, se duplicó con creces después de que Juul apareció en el mercado“, sentenció la fiscal James.

Para 2019, la proliferación del vapeo provocó un brote nacional de enfermedades graves relacionadas con el vapeo, con más de 2.500 hospitalizaciones.

En octubre de 2019, un joven de 17 años de El Bronx murió debido a una enfermedad relacionada con el vapeo, lo que lo convirtió en la primera muerte relacionada con el vapeo reportada en Nueva York y la muerte relacionada con este hábito de un adolescente en el país.

En noviembre de 2019, el fiscal general James demandó a JUUL por su marketing engañoso que ponderaba positivamente el vapeo y se dirigía a los jóvenes.

Luego, en abril de 2023 se consiguió un acuerdo multi estatal con esta corporación, por haber engañado a los consumidores sobre el contenido de nicotina de sus productos, tergiversar la seguridad y el valor terapéutico de sus productos, al afirmar que eran más seguros que los cigarrillos.

“Más del 18% de los estudiantes de secundaria de Nueva York usan cigarrillos electrónicos. El uso eficaz de estos fondos, puede ayudar a poner fin a esta crisis de adicción juvenil y proteger la salud de los niños”, comentó Yolonda C. Richardson, presidenta de la Campaña Niños Libres de Tabaco.

Las autoridades de Salud de Nueva York siguen alertando que los cigarrillos electrónicos son dispositivos que calientan un líquido, llamado e-líquido, hasta convertirlo en un aerosol que el usuario puede inhalar. Aunque los e-líquidos no contienen tabaco, contienen sustancias químicas, que normalmente incluyen saborizantes, y a menudo contienen nicotina, que es adictiva.

Estos cigarrillos electrónicos vienen en muchas formas y tamaños, como narguiles, vaporizadores, bolígrafos vaporizadores, difusores personales o varillas difusoras. Muchos cigarrillos electrónicos tienen forma de unidades flash USB.

Prohibidos…pero muy consumidos

Desde julio del 2020, en la ciudad de Nueva York es ilegal vender cigarros electrónicos y productos de vapeo de sabores, sin embargo, en diferentes operativos de las autoridades municipales, entre febrero y marzo de este año, se confirmó una alta distribución ilegal de estos productos, en su mayoría provenientes de empresas con sede en China, que no siguen ninguna regulación.

La batalla es en este momento es más dura, pues las prohibiciones agigantaron el contrabando.

Actualmente se está tras la pista de bodegas y sitios de venta de cigarros de la Gran Manzana, que cuentan con cuartos en los que manipulan envases y empaques de vapeo para vender cigarros de sabores dulces, que lucen atractivos pero en realidad se desconocen sus componentes.

La Ciudad advierte que la mayoría de los líquidos que usan estos cigarros prohibidos, contienen niveles de nicotina muy superiores a los de los cigarrillos convencionales, incluso llegando en algunos casos a tener lo equivalente a 175 y hasta 350 cigarrillos.

A principios de año, el alcalde Adams anunció la presentación de una demanda contra 11 mayoristas por su participación en la venta ilegal de cigarrillos electrónicos desechables de sabores, los más populares dispositivos de vapeo, entre los jóvenes de secundaria e intermedia.

Se alega que los 11 acusados, ubicados en Brooklyn, Queens, Long Island y el norte del estado de Nueva York, continúan comercializando cigarrillos electrónicos de sabores, como Strawberry Colada, Mellow Mint, Blueberry Energize, y Frozen Creamsicle, en locales minoristas, tiendas de conveniencia y directamente a los consumidores a través de Internet, en violación de las leyes federales, del estado de Nueva York y el área metropolitana.

JUUL tiene una bocanada de oxígeno

Mientras Nueva York mantiene sus prohibiciones y su lucha por contrarrestar las adicciones al vapeo, la FDA que había bloqueado inicialmente la solicitud de Juul, para vender su dispositivo y sus cápsulas con sabor a tabaco y mentol, después de completar una revisión de casi dos años, consideró la semana pasada que hasta ahora se “carece de evidencia suficiente sobre el perfil toxicológico, para demostrar que la comercialización de los productos, no cumple con el estándar de salud pública requerido por la ley”.

Esto no significa una aprobación, sino una consideración inicial de no prohibición.

La empresa que está sentada en el banquillo por las autoridades neoyorquinas, esgrime que su producto “puede utilizarse como herramienta para dejar de fumar cigarrillos”.

La agencia federal expresó en un comunicado, que ha llevado a cabo una revisión sustancial adicional de las solicitudes en varias disciplinas, incluidas toxicología, ingeniería, ciencias sociales y farmacología clínica.

Juul Labs compartió que “aprecian la decisión de la FDA y ahora esperan volver a colaborar con la agencia en un proceso basado en ciencia y evidencia para obtener una autorización de comercialización para sus productos. Creemos que una revisión completa, demostrará que nuestros productos cumplen con el estándar legal, de ser apropiados para la protección de la salud pública“, concluyen.

¡No los use!

En sus comunicaciones y diferentes campañas, el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH) acentúa que “los aerosoles de los líquidos electrónicos calentados pueden contener sustancias químicas nocivas, como formaldehído y benceno, que pueden provocar cáncer“.“

El diacetilo procedente de aromatizantes, está relacionado con enfermedades pulmonares por su presencia de metales pesados, como níquel, estaño y plomo.

Se alienta a la comunidad a no usar cigarrillos electrónicos para ayudar a dejar de fumar: los cigarrillos electrónicos no están aprobados por la FDA, para ayudar a las personas a dejar de fumar.

“Si usted es un adulto que usa cigarrillos electrónicos porque dejó de fumar, no vuelva a fumar cigarrillos. En su lugar, recomendamos parches de nicotina, chicles de nicotina o medicamentos aprobados por la FDA, que pueden duplicar sus posibilidades de éxito”, subraya la agencia municipal.

El dato:

2 millones de estudiantes estadounidenses de secundaria y preparatoria usaron cigarrillos electrónicos en 2023, y casi 9 de cada 10 estudiantes dijeron que usan cigarrillos electrónicos con sabores, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Busque ayuda

Los neoyorquinos de 13 a 24 años pueden unirse al programa dejar de fumar, enviando un mensaje de texto con la palabra “DROPTHEVAPE” al 88709. El programa de apoyo para dejar de vapear brinda ayuda gratuita, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Es anónimo y confidencial.

Por Fernando Martínez

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