jueves 21 de noviembre de 2024 6:44 pm
Eddy Tolentino

La población mayor de 65 años sigue siendo el blanco más vulnerable de los rateros, pero también de la delincuencia organizada que usa alta tecnología para sus fechorías.

La poblana Ely Vásquez trabaja en la plaza de Corona en Queens, ofreciendo productos de temporada. El mes pasado se llenó de mucha indignación cuando armó su puesto para flores y regalos y en un mínimo descuido, unos jóvenes que corrían por el sitio le robaron un peluche. Para esta migrante, con cerca de tres décadas en Nueva York, este hecho que podría parecer insignificante, es un síntoma de una escalada de hechos delictivos que tienen como blanco uno de los grupos más vulnerables: los adultos mayores.

“Por primera vez no me siento segura. Ahora decidí por primera vez en años, que debo estar cuidándome el doble. Todos los días hay robos en los alrededores. Y lo que me da dolor, es que estos delincuentes, saben atacar a las personas débiles que no pueden pelear. Es muy duro pensar en envejecer en un sitio así”, reaccionó la mexicana.

Lo que Ely relata, desde su experiencia, es lo que las autoridades policiales en los últimos meses han evidenciado en sus propias estadísticas: un aumento de delitos menores, es decir los robos, especialmente en la categoría de arrebatones de carteras y teléfonos celulares.

Aunque el comercio minorista es el más impactado por una oleada de rateros, los ancianos sigue siendo el otro objetivo que pone a las autoridades a crear nuevas estrategias por tratarse de una población extremadamente vulnerable, a ser no solo robada, sino ser víctima de todo tipo de estafas aupadas por los sofisticados esquemas de clonación de voces que facilita la Inteligencia Artificial.

Robos se disparan en Queens

Un “golpe” reciente de de alto perfil de ladrones comunes, tuvo como víctima a Hyman Silverglad, un abogado jubilado de 91 años que caminaba entre la calle 86 este con la Primera Avenida y recibió un brutal ataque que incluyó un fuerte puñetazo, solo para quitarle la billetera.

La agresión terminó en seis costillas rotas, una hematoma en el hígado y posiblemente una leve fractura en la columna. Esto se suma a los problemas de salud que ya enfrentaba, incluidos múltiples cánceres e insuficiencia renal.

“Lamentablemente la gente deja de llamar a la policía. Saben que ahora por las nuevas leyes de fianzas, a los ladrones por delitos menores, no los meten presos. Entonces las víctimas muchas veces prefieren no denunciar, porque es una pérdida de tiempo, y mañana mismo te puedes encontrar al delincuente en frente de ti. ¿Cómo puede funcionar una ciudad así?”, se pregunta la comerciante Ely Vásquez.

Los robos en la Gran Manzana aumentaron un 5% (960 de 913) en las primeras tres semanas de 2024, en comparación con el mismo período del año pasado, según muestran los datos del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD)

Esta categoría de delito menor se disparó principalmente en Queens en un 12%. Y un 9% en el Bronx y Brooklyn.

Staten Island y Manhattan vieron disminuir los robos apenas en 1%.

Fuentes de NYPD aseguran que no hay un “perfil claro” de asaltos para quitar pertenencias exclusivamente a los ancianos de la Ciudad. Tampoco hay ninguna estadística que demuestre que las personas de la tercera edad, están siendo particularmente más asediadas por el hampa, en contraste con años anteriores.

“Yo no me voy a quedar encerrada”

La misma “sensación de inseguridad” surge en todos los rincones de la Gran Manzana, en donde personas de la tercera edad, acostumbradas a caminar por calles relativamente tranquilas, a realizar sus vueltas de compras y visitas médicas, describen sentirse agobiadas por las historias que corren en los titulares y en los noticieros, lo cual es corroborado diariamente por el relato de algún vecino de la cuadra.

“(Hace un par de semanas) a una señora que iba caminando por la Avenida Roosevelt y la calle 86 iba para misa y un motorizado le quitó su cadena de oro. Ella lloraba porque era un recuerdo de su mamá, no por el valor económico. Pero algo sí te voy a decir, a mi anciana y todo, me irán a matar. Pero yo no me voy a quedar encerrada por miedo, los últimos días de mi vida. Pero esto va mal, los rateros se multiplicaron por cien”, comentó la dominicana Silvia Rosario, de 66 años, residenciada en Jackson Heights.

Por su parte, el dominico-puertorriqueño Mariano Jimenez, de 87 años, comparte que camina tranquilo por las calles de Corona, sin ningún miedo, luego de haber “transitado” las peores décadas de la criminalidad en la Gran Manzana. En su opinión, en comparación con los años 80, la ciudad es un “paraíso”.

“Cuando yo era más joven sí era terrible vivir aquí. Eran balaceras todos los días y pandillas dominando las calles en cada esquina. Realmente la gente tenía pánico en los vecindarios pobres. Yo no le tengo miedo a la Nueva York de hoy. Por el contrario, creo que está mucho mejor. 100% mejor”, consideró.

Oficiales de NYPD dijeron a El Diario “que hay un par de hechos muy violentos contra personas mayores que nos han impactado. Pero no es un hecho masivo. No deberíamos tener ni un solo delito de este tipo. Las personas de la tercera edad deben poder caminar tranquilos por las calles. Y la gran mayoría lo hace”, subrayaron efectivos en Queens.

Pero en algunos patrones revelados luego de que se desmanteló una banda de motorizados comandada por inmigrantes recién llegados, dedicada a robar celulares y carteras, sí se precisó que la gran mayoría de las 62 víctimas entre noviembre y enero fueron mujeres que caminaban solas, aunque no se especificó su edad.

“Quien le haga daño a un neoyorquino independientemente de la edad que tenga, será capturado. Nuestros vecindarios deben seguir en conexión permanente con nuestra comisarías. Un grupo no puede quitarle la libertad a nuestros residentes de disfrutar en paz nuestras calles. Hemos controlado las balaceras y los asesinatos. También vamos a poder reducir esta tendencia. Ellos saldrán de las calles”, comentó un uniformado en las puertas de la estación Jackson Heights en la Avenida Roosevelt, un punto rodeado de denuncias de robos en las últimas semanas.

Los más común no son los asaltos

Más allá de las acciones de rateros, la principal trampa en la cual pueden caer fácilmente la población en edad avanzada, es el fraude a través de llamadas telefónicas o sofisticadas tácticas de robos en los cajeros automáticos, y estafas para apoderarse de sus beneficios sociales, o sus ahorros a través de métodos electrónicos.

Durante la pandemia se dispararon alertas de actos de fraude que estarían ocurriendo con dispositivos puestos por los ladrones en centrales de pago y cajeros automáticos para obtener información sobre claves y datos almacenados en la banda magnética de la tarjeta SNAP EBT (cupones de alimentos) para luego clonarlas.

En Nueva York solo en el 2022 se desfalcaron más de $730,000 a beneficiarios del programa SNAP, en su gran porcentaje personas de la tercera edad.

La otra trampa que empieza a preocupar es cómo la delincuencia organizada es capaz de clonar la voz de algún familiar de un anciano o hacerse pasar por una entidad bancaria, para obtener datos personales como el número de Seguro Social.

En algunos casos las personas reciben llamadas telefónicas en donde un falso funcionario dice que un hijo o un nieto está en problemas con la justicia y se necesita urgentemente dinero para pagar una fianza para liberarlo. En algunos casos, incluso una voz clonada de la supuesta víctima se escucha en el fondo de la llamada.

Otro esquema que alertan algunas organizaciones, como Acacia Network, que por más de 50 años ha creado programas de apoyo a los adultos mayores en la Gran Manzana, es que en algunas oportunidades, supuestas coaliciones que aparentemente ofrecen ciertas ayudas, les hacen pequeños regalos, para que firmen compromisos y revelen su información personal.

“Es importante que nuestros seniors sean desconfiados, de supuestas organizaciones que a veces montan mesas en las calles, para ofrecer una bolsita con regalos, para que se comparta la firma o datos confidenciales. Luego terminan en grandes problemas. Todo puede significar una pesadilla interminable”, aconsejó Angel Santini, director de programas de Acacia Network.

Santini recomienda que los adultos mayores siempre acudan a las organizaciones de confianza y tradición, en donde siempre se ofrecen talleres de educación financiera y seguridad. Además bajo esta sombrilla, están disponibles trabajadores sociales que los pueden orientar a dar cualquier paso que tenga que ver con sus jubilaciones, sus ahorros o beneficios de protección social.

Conecte con su comisaría más cercana

Desde el año pasado cada cuartel de NYPD tiene enlaces especiales para atender las denuncias y tomar medidas de prevención para abordar las necesidades de los adultos mayores, una población que por décadas ha sido el objetivo más vulnerable de ladrones, estafadores y más aún de abusadores.

Para esta nueva estrategia, más de 6,000 uniformados han recibido capacitación para asegurarse que puedan identificar y actuar efectivamente, ante cualquier situación de abuso o riesgo delictivo contra los ancianos de todos los vecindarios de la Gran Manzana.

Se trata del primer modelo de seguridad diseñada para este grupo demográfico en específico que existe en el país.

“Invitamos a nuestros adultos mayores que estén en conexión con su comisaría más cercana en donde tenemos oficiales entrenados especialmente para atenderlos. Denuncien cualquier hecho irregular a su alrededor. De la conexión de nuestras comunidades con la policía han surgido grandes avances en la seguridad pública en nuestra ciudad”, dijeron fuentes de la Uniformada.

Las tendencias oficiales arrojan que uno de cada 10 adultos mayores de 60 años, sufre abuso o negligencia o es explotado financieramente. Casi nunca estos delitos se denuncian.

Con más de 1,6 millones de adultos mayores residiendo en la Gran Manzana, esta nueva asociación conectará a las fuerzas del orden público con las organizaciones de adultos mayores, para garantizar que tengan el apoyo que necesitan para mantenerse seguros.

Usted tiene recursos de ayuda:

El Elderly Crime Victims Resource Center del Departamento para la Tercera Edad de NYC (Aging NYC) ayuda a las víctimas mayores a protegerse de delitos cometidos por extraños. Los delitos pueden ser financieros, físicos, emocionales.

Los perpetradores que no conocen a sus víctimas a menudo las buscan para obtener dinero a través del IRS, inversiones, mejoras en el hogar, organizaciones benéficas y otros tipos de estafas como avisar que supuestamente se ganaron una lotería, un familiar sufrió un accidente o cayó encarcelado.

Ante cualquier amenaza o hecho irregular llame inmediatamente al 311.

El Dato:

15% fue el aumento de los delitos contra los neoyorquinos mayores de 65 años en la Ciudad de Nueva York en el primer cuatrimestre de 2023, de acuerdo a cifras suministradas por NYPD.

Por Fernando Martínez

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