viernes 20 de diciembre de 2024 11:44 pm
Eddy Tolentino

“El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”

Salmos 23:1-3

Este salmo, uno de los más queridos y reconocidos, nos presenta a Dios como un Pastor fiel que cuida, guía y protege a su pueblo. Las palabras iniciales, “El Señor es mi pastor”, son una declaración de confianza absoluta en Su provisión y cuidado. Este título de Pastor nos revela la naturaleza cercana y amorosa de Dios, quien se involucra activamente en nuestras vidas para suplir nuestras necesidades, tanto físicas como espirituales.

La frase “nada me faltará” no implica una ausencia de dificultades, sino la certeza de que Dios proveerá todo lo necesario para que podamos enfrentar cada situación. Él nos lleva a “lugares de delicados pastos” y “aguas de reposo”, lo que simboliza paz, alimento y descanso. En medio del caos y las exigencias de la vida, Dios nos ofrece un refugio donde nuestra alma puede ser renovada.

Cuando el salmista dice “Confortará mi alma”, describe la restauración profunda que solo el Señor puede ofrecer. No importa cuán rotos o cansados nos sintamos, Su amor tiene el poder de restaurar nuestras fuerzas y renovar nuestra esperanza. Él nos guía “por sendas de justicia”, mostrándonos el camino correcto, no por nuestros méritos, sino “por amor de su nombre”. Esto subraya Su fidelidad y compromiso con nosotros.

Este salmo nos recuerda que, aunque enfrentemos temporadas de incertidumbre o desafíos, no estamos solos. El Pastor conoce cada rincón del camino, incluso los valles más oscuros, y promete caminar con nosotros. Su presencia es nuestra fortaleza, Su amor nuestra guía, y Su propósito nuestra esperanza.

Hoy, permite que estas palabras te llenen de confianza y paz. Recuerda que tienes un Pastor que cuida de ti, que suple tus necesidades y que te conduce hacia lugares de descanso y plenitud. Entrégale tus preocupaciones y camina con seguridad sabiendo que Su amor nunca falla.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.

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