Proverbios 3:5-6: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.” Este pasaje nos exhorta a confiar plenamente en Dios y no depender únicamente de nuestro propio entendimiento. En la vida, podemos enfrentarnos a situaciones donde nuestra lógica o conocimientos humanos no son suficientes. En esos momentos, Dios nos invita a depositar nuestra confianza total en Él.
Confiar en Dios “de todo corazón” significa rendirnos completamente a su voluntad, sabiendo que su plan para nosotros es siempre mejor que cualquier cosa que podamos imaginar o prever. Nuestra prudencia, por muy útil que sea, es limitada, mientras que Dios ve el panorama completo de nuestra vida y tiene el poder para guiarnos por el camino correcto.
Este versículo también nos enseña la importancia de reconocer a Dios en cada aspecto de nuestra vida. Al buscar su dirección y entregarle el control de nuestros caminos, Él se encargará de enderezar nuestras sendas, llevándonos hacia el propósito que tiene preparado para nosotros. Vivir con esta dependencia en Dios nos llena de paz, sabiendo que nuestras decisiones están guiadas por su sabiduría infinita.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.