martes 12 de noviembre de 2024 4:23 pm
Eddy Tolentino

Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Este versículo nos invita a dejar a un lado la ansiedad y a presentar nuestras necesidades a Dios con confianza y gratitud. Nos recuerda que, al poner nuestras preocupaciones en sus manos, podemos experimentar una paz que supera toda lógica humana.

Dios nos ofrece una paz profunda y transformadora que no depende de las circunstancias. Al acudir a Él en oración, no solo compartimos nuestras cargas, sino que abrimos el corazón a su consuelo y dirección. Esta paz divina protege nuestros pensamientos y emociones, permitiéndonos enfrentar cada situación con serenidad y fe.

Este mensaje nos anima a mantener una relación cercana con Dios, confiando en que Él escucha cada oración. Su paz es un regalo que guarda nuestros corazones y nos da fuerzas para avanzar, seguros de que Él está obrando en nuestras vidas.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.

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