viernes 22 de noviembre de 2024 2:14 am
Eddy Tolentino

John Peña Jr., líder de la pandilla “Gorilla Stone Mafia” (GSM), enfrenta un juicio federal en Brooklyn, Nueva York, bajo cargos de crimen organizado y homicidio, acusado de asesinar a dos antiguos amigos en un esfuerzo por mantener su control sobre la pandilla, que está afiliada a los “Bloods”. Peña, de 32 años y conocido como “Tragedy”, fue acusado por los fiscales de utilizar la violencia y el asesinato para consolidar su liderazgo en medio de una crisis interna de poder.

Según la acusación presentada por la fiscalía, Peña estaba perdiendo control sobre su pandilla debido a una guerra con los “Bugatti”, una pandilla rival que operaba en Staten Island. Esta confrontación surgió después de que tres miembros de GSM, incluida la familia de Peña, fueran asesinados entre diciembre de 2019 y abril de 2020. Peña, creyendo que los “Bugatti” eran responsables, se sintió obligado a actuar violentamente para mantener su estatus y venganza.

El primer asesinato por el que se le acusa es el de Mark Bajandas, un hombre de 26 años apodado “Drama”, quien alguna vez fue cercano a Peña. Bajandas fue asesinado el 10 de marzo de 2021 cuando Peña supuestamente le disparó más de 10 veces y luego abandonó la escena de manera tranquila mientras la víctima se desangraba.

Tres meses después, el 22 de junio de 2021, Peña ejecutó a Francisco González, otro exmiembro de GSM, disparándole tres veces en la cabeza mientras dormía. Según los fiscales, la motivación detrás de este asesinato incluía una disputa por drogas y el hecho de que González estaba saliendo con la exnovia de Peña.

El juicio en Brooklyn sigue en curso, con el fiscal adjunto Elías Laris argumentando que Peña recurrió a la violencia extrema para mantener su liderazgo. Sin embargo, los cargos presentados son solo acusaciones, y Peña es considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario en el tribunal.

Este caso resalta la escalada de la violencia armada en Nueva York, donde los conflictos entre pandillas se extienden en las calles y frecuentemente están relacionados con la lucha por el territorio. A menudo, los implicados se delatan a sí mismos al presumir de sus crímenes en las redes sociales, lo que complica aún más la seguridad pública.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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