domingo 10 de noviembre de 2024 3:38 am
Eddy Tolentino

Su Santidad pidió a la Iglesia en América Latina sumar esfuerzos para terminar con la indiferencia ante los migrantes que atraviesan la selva del Darién, durante un mensaje enviado al encuentro de Obispos en centroamerica.

El Papa Francisco pidió a la Iglesia católica de Latinoamérica que trabaje para erradicar la indiferencia que existe ante los migrantes que atraviesan la selva del Darién buscando una vida mejor, en un mensaje enviado al encuentro de Obispos de frontera de Colombia, Costa Rica y Panamá.

“En el Darién, con los hermanos y las hermanas migrantes. Es ahí que ellos nos esperan, en la orilla terrestre de un mar de lágrimas y muerte que une hombres y mujeres, adultos y niños de las más diferentes latitudes”, escribe el Papa en su mensaje publicado este miércoles por el Vaticano.

Francisco explica que el “Tapón del Darién, una selva que es triunfo de la naturaleza, hoy se convierte en un verdadero viacrucis que no sólo pone en evidencia los límites de la gobernanza migratoria en el hemisferio occidental, sino que alimenta un próspero negocio que permite acumular ganancias ilícitas del tráfico humano”.

Los peligros de la selva no los detienen ante la ilusión de una mejor vida

“Ni los peligros que suponen el tránsito y los chantajes ilegales, ni las crecientes devoluciones o estancamientos en países donde estos hermanos y hermanas no son deseados disminuyen la atracción (real o ilusoria) de satisfacer las necesidades de empleo y mejores condiciones de vida o, incluso, de una esperada reunificación familiar“, añade.

Y aunque existe una “fraternidad hospitalaria que acoge con sensibilidad humana” también, apunta, “desgraciadamente existe la indiferencia, que ensangrienta el Darién“.

“Cuando un migrante llegue encuentre en la iglesia calmar su hambre y sed”

El sumo sacerdote también señaló: “Los animo a trabajar incansablemente para que sea posible erradicar esa indiferencia, de tal manera que cuando un hermano o una hermana migrante llegue, encuentre en la Iglesia un lugar donde no se sienta juzgado, sino acogido; donde pueda calmar el hambre y la sed, y revivir la esperanza”, instó el pontífice argentino.

Y pidió además que no desatiendan todos los centros de la Iglesia de ayuda a los migrantes “que son oportunidad de acogida y caridad para con los hermanos más necesitados”.

“Los exhorto, pues a sumar esfuerzos con todas las instancias de la comunidad internacional, para que todos tengan ese derecho a permanecer en su tierra con una vida digna y pacífica“, añadió.

Por Deutsche Welle

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