jueves 31 de octubre de 2024 10:20 pm
Eddy Tolentino

Investigadores de la Universidad de Michigan han dado un gran paso en el estudio de los agujeros negros usando tecnologías avanzadas de computación cuántica, revelando detalles inéditos sobre la estructura interna de estos enigmáticos objetos cósmicos. Bajo la dirección del físico Enrico Rinaldi, el equipo ha empleado computación cuántica y aprendizaje profundo para modelar matemáticamente los estados cuánticos posibles dentro de los agujeros negros, marcando un avance en la comprensión de su naturaleza.

Este estudio innovador, destacado por el periodista Joseph Shavit en Brighter Side of News, se fundamenta en la teoría holográfica, la cual propone que las leyes de la física de partículas y la gravedad pueden ser equivalentes en dimensiones diferentes. Según esta teoría, la información de un objeto tridimensional, como un agujero negro, podría representarse en una superficie bidimensional. En otras palabras, mientras que la física de partículas actuaría sobre una superficie exterior en dos dimensiones, la gravedad se manifestaría en el espacio tridimensional.

La teoría holográfica permite crear modelos matemáticos que simulan las interacciones entre partículas y fuerzas gravitacionales en el espacio-tiempo cuántico. Los modelos avanzados que resultan de esta teoría requieren una capacidad de cálculo impresionante, proporcionada por la computación cuántica y las redes de aprendizaje profundo, lo que permitió a Rinaldi y su equipo visualizar las interacciones entre partículas subatómicas y campos gravitacionales dentro de los agujeros negros.

Entendiendo la composición interna de un agujero negro

Los agujeros negros son regiones del universo con una gravedad tan intensa que ni la luz puede escapar de ellos. En su núcleo, cada uno contiene una singularidad donde la densidad y la gravedad son prácticamente infinitas y el espacio-tiempo se curva hasta el infinito, retando las leyes físicas que conocemos. Alrededor de esta singularidad se encuentra el horizonte de sucesos, una frontera invisible donde todo lo que cruza es absorbido sin retorno. Este fenómeno desafía las leyes de la física moderna, y es precisamente en este contexto que los científicos buscan entender cómo se podría unificar la gravedad y la mecánica cuántica en una sola teoría.

Para representar el estado cuántico de un agujero negro, el equipo utilizó modelos matriciales cuánticos, que simulan la disposición de partículas en su interior. Estos modelos buscan crear representaciones del estado de energía más bajo de un sistema, conocido como estado fundamental. Los cálculos necesarios para estabilizar todos los elementos de estos modelos requieren un procesamiento avanzado, logrado gracias a la computación cuántica y la optimización de circuitos cuánticos.

La importancia de la computación cuántica en la investigación

La computación cuántica ha sido clave en este avance, ya que permite realizar cálculos complejos y procesar cantidades masivas de información que serían imposibles para las computadoras clásicas. A diferencia de los bits tradicionales, los qubits en los circuitos cuánticos pueden representar múltiples estados simultáneamente, lo que agiliza enormemente el proceso de cálculo. Esta capacidad permite simular modelos de alta precisión de las estructuras cuánticas en el espacio-tiempo de un agujero negro, brindando a los investigadores la oportunidad de explorar detalles que antes eran inaccesibles.

El equipo de Rinaldi usó redes neuronales y algoritmos de aprendizaje profundo para identificar patrones en estos datos, lo que les permitió visualizar el estado cuántico fundamental de los agujeros negros, un logro sin precedentes en el campo de la física teórica.

Impulso hacia una teoría cuántica de la gravedad

Estos resultados representan un avance clave en la física teórica, especialmente en el camino hacia una teoría cuántica de la gravedad. Actualmente, las dos teorías fundamentales de la ciencia moderna son la teoría de la relatividad general y la mecánica cuántica, que explican, respectivamente, la gravedad en escalas cósmicas y las interacciones subatómicas a nivel microscópico. Sin embargo, estas teorías son incompatibles entre sí y describen el universo desde perspectivas distintas.

Si los científicos logran integrar ambas teorías en un marco coherente, podrían revelar el funcionamiento de la gravedad a nivel cuántico, lo que revolucionaría la física y expandiría nuestra comprensión del universo. Los modelos desarrollados por el equipo de Rinaldi proporcionan un primer paso tangible hacia esa dirección, al desentrañar el comportamiento potencial de la gravedad dentro de un agujero negro en el contexto del espacio-tiempo cuántico, un avance que abre una puerta al entendimiento profundo de estos fascinantes objetos y del universo mismo.

Por: Francisco Nuñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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