SANTO DOMINGO. – El portavoz de los diputados del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Amado Díaz, afirmó que la Cancillería haitiana no puede dictar la política migratoria de República Dominicana, enfatizando que el país tiene pleno derecho y soberanía para continuar con la deportación de haitianos en situación irregular. Según Díaz, esta es una prerrogativa que el Estado dominicano está dispuesto a defender, siempre bajo el marco del respeto a los derechos humanos de las personas deportadas.
El legislador también reconoció que los empresarios dominicanos son “los grandes beneficiarios” de la mano de obra haitiana, señalando la contradicción que existe en los discursos de algunos sectores que, por un lado, se benefician económicamente de los inmigrantes, mientras que, por otro, critican su presencia en el país. Este doble discurso, según Díaz, complica la situación migratoria en la República Dominicana y plantea un desafío a las políticas públicas en esa área.
Díaz respaldó las declaraciones del canciller dominicano en su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde defendió la postura del gobierno de realizar deportaciones masivas de haitianos indocumentados, destacando que se están cumpliendo todas las normativas internacionales que garantizan los derechos humanos de los migrantes.
Por su parte, el también diputado del PRM, Rosendy Polanco, apoyó esta postura y aseguró que a los haitianos indocumentados se les está brindando un trato digno antes de ser deportados, cumpliendo con todas las regulaciones y estándares humanitarios. “Estamos haciendo todo lo posible por respetar los derechos humanos de estas personas, pero también tenemos la obligación de proteger nuestra soberanía”, señaló Polanco.
Ambos legisladores coincidieron en que la República Dominicana tiene que seguir defendiendo su soberanía y ejercer su derecho a controlar la migración de extranjeros indocumentados, de manera que el país pueda gestionar adecuadamente el flujo migratorio y proteger sus fronteras. La situación migratoria con Haití, que ha sido una fuente de tensiones diplomáticas entre ambos países, sigue siendo un tema prioritario en la agenda del gobierno dominicano.
El debate sobre la deportación de haitianos y la gestión migratoria en la República Dominicana ha cobrado fuerza en los últimos años, especialmente en un contexto de crisis en Haití, lo que ha incrementado el flujo de migrantes hacia el país. Mientras sectores empresariales y políticos siguen debatiendo la mejor manera de abordar el tema, las deportaciones masivas continúan siendo una política clave en la defensa de la soberanía nacional.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com