Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ En el fragor de los presentes procesos electorales, en la República Dominicana, estamos viendo las mismas caras, oyendo los repetidos discursos plagados de demagogia, embustes y burlas para seguir embaucando a los electores ignorantes que votan mecánicamente y no por propuestas o por candidatos potables e íntegros con trayectorias impolutas de servicios a sus partidos y el país.
Eso, es el resultado de que continuamos frente a un sistema partidario dirigido por grupos de ancianos, que se creen dueños de las parcelas políticas, con visiones obsoletas, desfasados y con planteamientos medievales.
Ello ha creado que lo que estamos padeciendo en la República Dominicana y el exterior: la imposición de las islas de poder que dentro de los partidos determinan qué hacer y qué no.
Entre ellos, Danilo Medina, Leonel Fernández, Miguel Vargas, Guillermo Moreno y otros muchos que son parte de las cúpulas partidarias no entienden que para lograr el avance en las instancias politiqueras del sistema, y deben tomar en cuenta como dos buenos ejemplos, la respuesta de Hipólito Mejía de que está muy viejo para postularse y la escogencia de Omar Fernández como candidato a senador de Fuerza del Pueblo para la senaduría del Distrito Nacional a la que avanza hasta ahora, sin ningún obstáculo que se le interponga.
Su adversario para las congresuales del 19 de mayo es un joven que está demostrando que tiene luz propia, preparación enmarcada en los parámetros modernos del marketing y las estrategias modernas que deben conducir una campaña a la altura de los nuevos tiempos.
Las elecciones municipales del 18 de febrero mostraron al mundo que esa cúpula de ancianos que reniegan del relevo generacional y político en el país, sigue creyendo que la decisión depende de compras de cédulas, corromper y ser corruptos, repartir bonos, funditas y dinero en efectivo para conseguir lo que probablemente sin esos recursos, nunca obtendrían por falta de propuestas ajustadas a las soluciones que a todos los niveles necesita el pueblo.
Todos los partidos volvieron a caer en la misma práctica nefasta que repetirán ´para las presidenciales y congresuales del 19 de mayo.
Es hora ya de que comprendan que el relevo generacional y político es un concepto necesario en la República Dominicana para dar oportunidad a quienes representan lo nuevo.
Es hora de que se vayan y cedan los espacios a los aspirantes preparados para reajustar el sistema de partidos a la nueva era.
Estamos en el Siglo XXI y no en la edad media.