sábado 23 de noviembre de 2024 1:37 am
Eddy Tolentino

Aunque el plan inicial para clausurar el penal de la Gran Manzana en 2027, donde han muerto 30 internos en los últimos dos años, buscaba reducir los índices de encarcelamiento a 3,300 cupos, la Administración Adams aseguró que en los nuevos penales se ampliarán las camas a más de 4,200, hecho que ha levantado ampolla.

El 2027 fue pautado como la fecha para clausurar la cárcel de Rikers Island, considerada por muchos años como un penal donde por décadas ha imperado la cultura de la violencia. Y aunque el cierre todavía sigue en veremos, pues el número de reclusos exigido para dar ese paso: 3,300, todavía parece lejano, con más de 6,100 internos encarcelados actualmente, al plan acaba de aparecerle una novedad.

La Administración Municipal confirmó que decidió aumentar el número de camas en cada una de las cuatro cárceles pequeñas que se abrirán en la Gran Manzana, tras el cierre de Rikers, pasando de 880 a 1,040 en cada uno de los penales que se levantarán en Manhattan, Brooklyn, Queens y el Bronx, que originalmente estaba estimado en 3,544. Habrá cupo para al menos 4,160 reclusos.

Así lo confirmó la Vicealcaldesa de Operaciones, Meera Joshi, tras confirmar que después de una revisión del plan, cada penal nuevo tendrá 154 cupos más que la planificación inicial, cifra que sigue siendo menor a la que tienen la mayoría de los pabellones de Rikers, que cuentan con más de 1,500 camas, y que sumados tienen espacio para más de 11,000 internos.

“Las cárceles adicionales que se incorporarán también tendrán una capacidad aumentada de probablemente 1,040. Estamos trabajando dentro de un marco que es consistente con todas las leyes de la Ciudad y las revisiones ambientales. Y podemos agregar algunas camas adicionales a cada instalación, que originalmente estaban planeadas en 880”, dijo la funcionaria de la Administración Adams.

“Eso es sólo un reconocimiento de la capacidad. Hoy no tenemos la misma capacidad que teníamos hace unos años y debemos ser conscientes de que si no tenemos espacios adecuados para las personas, en realidad vamos a terminar haciendo lo contrario de la intención del plan de cárceles municipales y tener a algunas personas en lugares inadecuados”, defendió la vicealcaldesa el aumento de infraestructura para albergar a más detenidos.

La vocera de la Alcaldía dijo también que cada vez que la capacidad carcelaria supere la que se tenga, deberán intercambiar espacios con otros condados vecinos o instalaciones estatales. “Una de las formas en que podemos asegurar que todos obtengan el beneficio de un nuevo sistema carcelario es asegurar que haya suficientes camas en ese nuevo sistema carcelario”, acotó.

La Ciudad insiste en que las modificaciones al plan, que en el caso del penal de Kew Gardens para mujeres que se abrirá tras el cierre de Rikers, triplicaría el número de camas, pasando de 126 a 450, siguen siendo fieles a la hoja de ruta de la Alcaldia. La Ciudad ha defendido que buscan que el sistema carcelario sea mucho más pequeño, con miles de personas menos en prisión, más seguro, con instalaciones modernas y bien diseñadas donde se promueva la dignidad de quienes están detenidos, al igual que de los visitantes y trabajadores, y más justo, cambiando la cultura dentro de las cárceles, fomentando conexiones comunitarias y brindado mayor acceso a los servicios.

Sin embargo, la noticia, que inicialmente fue puesta bajo los reflectores por la prensa y no por la Administración local, generó rechazo total entre sectores que han defendido el cierre de Rikers Island, no solo para poner fin a la llamada “prisión del terror”, donde la mayoría de internos son negros y latinos, sino como la promoción de una cultura que encarcele menos a sospechosos de delitos.

“Deseamos expresar nuestra enérgica oposición al plan”, aseguraron más de 30 organizaciones y más de medio centenar de líderes, a través de una carta que enviaron al alcalde Adams, donde exigieron a la administración municipal que reevalúe sus planes de expansión de cupos penitenciarios, que ven como una manera de “priorizar el encarcelamiento masivo”, antes que buscar otros caminos y fomentar la prevención.

“La expansión del encarcelamiento en la ciudad de Nueva York no es una inevitabilidad estadística. Es el producto de políticas y prácticas deliberadas, y puede revertirse por los mismos medios”, mencionó la coalición Women’s Community Justice Association. “La Ciudad ha dado un salto para aumentar la capacidad carcelaria antes de intentar implementar cualquiera de las recomendaciones, lo que es en el mejor de los casos, desconcertante, y en el peor de los casos, inconcebible (…) No existe ninguna justificación razonable (práctica, fiscal o humanitaria para que la Ciudad triplique con creces el encarcelamiento planificado de mujeres y personas de género expansivo. Tenemos los medios para reducir nuestra población carcelaria, y hacerlo es un compromiso moral y es un imperativo práctico mientras trazamos el rumbo para las cárceles municipales”.

Darren Mack, codirector de la organización Freedom Agenda y portavoz de la Campaña para Cerrar Rikers, advirtió que el aumento de cupos carcelarios propuesto por la administración Adams en el plan basado en los condados es “ofensivo e inaceptable”, y aumenta la criminalización de negros y latinos, especialmente aquellos con problemas de salud mental y falta de vivienda.

“Esta administración debería realizar inversiones iniciales en viviendas de apoyo, salud mental y tratamientos para cerrar los oleoductos que alimentan a Rikers. En cambio, el alcalde Adams se está moviendo en la dirección opuesta”, dijo el activista, quien urgió al Concejo Municipal a utilizar los medios posibles para luchar contra el plan del mandatario local y ayudar a reducir el encarcelamiento y cerrar Rikers.

La Capellán Victoria Phillips, de Ministerios Visionarios V, mostró su especial preocupación por el encarcelamiento masivo de mujeres y mencionó que la Ciudad sigue fallándoles, particularmente en Rikers Island y en la planificación y construcción de cárceles en los condados.

“Durante la pandemia de COVID-19, la Ciudad redujo con éxito el número de mujeres encarceladas a menos de 130, lo que demuestra su capacidad para priorizar el bienestar y la seguridad de sus residentes durante una crisis global. Desafortunadamente, en 2024, con la restauración de la dotación de personal, la reapertura de los tribunales y debido a la falta de recursos comunitarios, la Ciudad no ha brindado suficientes oportunidades de desvío, lo que ha resultado en una respuesta inadecuada a los problemas de salud mental que enfrentan aproximadamente el 80% de las mujeres detenidas en el pabellón Rosie’s, de Rikers”, dijo la defensora.

“Esto plantea preguntas importantes sobre el propósito del encarcelamiento y por qué se encarcela a estas personas. Teniendo en cuenta estas preocupaciones y con el autoproclamado compromiso del alcalde Eric Adams con el liderazgo de las mujeres, el Concejo Municipal debe tomar la iniciativa para dar ejemplo a esta administración del alcalde y hacer que cumplan con las necesidades del pueblo y la ley”, agregó la líder religiosa.

Kandra Clark, de la Comunidad de Transición de la organización Exodus, manifestó que “cuando se encarcela a una mujer, se encarcela a la familia”, y pidió que se frene con el encarcelamiento.

“Es abominable que el alcalde Adams esté trabajando para aumentar el encarcelamiento de mujeres. Desde su mandato, cada vez más neoyorquinos continúan languideciendo en Rikers Island, a pesar de los datos que respaldan el hecho de que muchos de estos neoyorquinos podrían ser ubicados en programación alternativa y continuar contribuyendo a nuestras comunidades a un costo de una mera fracción de lo que Cuesta detener a alguien”, dijo la activista. “Vergüenza para una Administración que está trabajando para destruir comunidades en lugar de curarlas”.

La Reverenda Wendy Calderón Payne, directora ejecutiva de Urban Youth Alliance (BronxConnect), se sumó al llamado a que se ponga freno al aumento de la capacidad carcelaria en la Gran Manzana y pidió que se inviertan más recursos en comunidades.

“Como ciudad, debemos aprender de los errores del pasado. Rikers ha demostrado ser un modelo para un sistema carcelario desastroso. Los estudios demuestran que reducir el encarcelamiento y fomentar la seguridad pública requiere abordar cuestiones estructurales subyacentes, incluida la vivienda, la salud mental y una amplia gama de servicios informados sobre el trauma”, dijo la defensora. “Nuestra ciudad tiene la oportunidad de enfocar inversiones en áreas de mayor efectividad e impacto. Estas soluciones a la causa raíz también son mucho menos costosas. Crear camas adicionales en las cárceles además de las ya acordadas en el plan para cerrar Rikers no sólo es contraproducente sino también irresponsable”.

Rikers Island en datos

2027 es el año pautado para cerrar la cárcel de Rikers

6,167 es la población actual de Rikers

148 internos más respecto a enero

11,300 cupos penitenciarios hay en las cárceles de NYC actualmente

3,300 camas para reclusos señalaba el plan local cuando se de el cierre de Rikers

4 cárceles más pequeñas estarán en cuatro condados incluyendo una para mujeres

4,200 será más o menos la nueva capacidad carcelaria de los penales locales

880 camas por cada penal era lo pautado inicialmente

1,040 cupos es la cifra que se manejará ahora

30 internos de Rikers han muerto desde que el alcalde Adams asumió la Ciudad

2 presos han muerto este 2024

36 agresiones al personal hubo en enero, 2 incidentes menos que en diciembre

438 peleas se registraron en el mes previo, 20 menos que en diciembre

Por Edwin Martínez

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