Eddy Tolentino

Los incendios forestales que continúan devastando el condado de Los Ángeles siguen cobrando víctimas y arrasando con viviendas y estructuras. Actualmente, las autoridades han reportado al menos diez muertos y más de 10,000 estructuras afectadas por el fuego, que ha quemado hasta 8,084 hectáreas de terreno. A pesar del esfuerzo incansable de los bomberos, las llamas siguen avanzando debido a los fuertes vientos que propagan el fuego con rapidez.

Kristin Krowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, expresó en una rueda de prensa que los bomberos, aunque agotados, no se rendirán ante la magnitud de la tragedia. “Nunca he visto algo así en mis 25 años de carrera”, afirmó, destacando la dedicación de los equipos de emergencia que siguen luchando por controlar el desastre.

Los incendios más graves se están registrando en áreas de gran valor económico, como el barrio de Palisades, donde el precio promedio de las propiedades es de aproximadamente tres millones de dólares. La cifra de víctimas mortales ascendió el jueves a diez, con los cuerpos hallados en las zonas más afectadas por el fuego. Además, se temía que el número de decesos aumentara, ya que las autoridades aún no han podido acceder a algunas de las áreas más devastadas por las llamas.

Uno de los incendios más grandes, conocido como el incendio de Eaton en Altadena, ha destruido alrededor de 5,540 hectáreas y aún no ha sido contenido, con miles de estructuras en riesgo. Por otro lado, el incendio Sunset, que amenazó al Paseo de la Fama de Hollywood y al famoso parque Runyon Canyon, ha sido contenido, aunque se sigue monitoreando para evitar nuevos brotes.

El jueves se desató otro incendio, el de Kenneth, cerca de la frontera entre Los Ángeles y Ventura, que ha obligado a emitir órdenes de evacuación obligatorias en la zona. El Departamento de Policía de Los Ángeles investiga el siniestro como un posible incendio provocado, y un sospechoso ha sido detenido en relación con este hecho.

Además de la lucha contra el fuego, las autoridades enfrentan una nueva amenaza: los saqueos. Varias viviendas evacuadas han sido objeto de robos, lo que ha llevado a las autoridades a imponer un toque de queda que estará vigente desde las 18:00 hasta las 6:00 horas, con el fin de prevenir más delitos. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, advirtió que habrá “tolerancia cero” para aquellos que intenten saquear propiedades, y la Guardia Nacional de California será desplegada para ayudar en la protección de las infraestructuras.

La calidad del aire sigue siendo un grave problema en la zona, ya que el humo de los incendios ha causado que el índice de calidad del aire (AQI) supere los 160, un nivel considerado insalubre. Las autoridades han recomendado que los residentes permanezcan en sus hogares, y las escuelas y universidades han cancelado las clases debido a la peligrosidad del aire.

Mientras tanto, la esperanza de controlar los incendios se centra en que los vientos de Santa Ana, que han alcanzado ráfagas de hasta 160 kilómetros por hora, disminuyan. Sin embargo, las advertencias de alerta roja seguirán en vigor hasta el viernes, lo que hace temer que los incendios continúen avanzando rápidamente en las próximas horas. El gobierno de Biden ha comprometido fondos federales para apoyar a California en sus esfuerzos para combatir estos devastadores incendios, cubriendo todos los gastos relacionados con las acciones del estado para contener el desastre.

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