jueves 21 de noviembre de 2024 4:39 pm
Eddy Tolentino

La automedicación de estos medicamentos podría estar asociada con depresión e ideas suicidas.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) alertó sobre el consumo sin supervisión médica de medicamentos para bajar de peso, debido a los diversos riesgos para la salud.

Lo anterior, luego de que detectara en redes sociales y plataformas de entretenimiento que se promueve el uso de productos con semaglutida y liraglutida para la pérdida de peso rápida, lo que puede causar graves daños a la salud o incluso la muerte.

Fue por medio de un comunicado que la Cofepris informó que estos medicamentos conocidos como agonistas del receptor GLP-1 son utilizados en el tratamiento de diabetes mellitus tipo 2 y en personas con obesidad y sobrepeso.

Sin embargo, su consumo sin supervisión médica puede ocasionar efectos adversos como náuseas, vómitos y diarrea, lo que puede generar daño renal.

Además de estreñimiento, mareos, taquicardia leve, infecciones, dolor de cabeza, dispepsia (malestar en la parte superior del abdomen), así como irritación e inflamación de la piel en el sitio de la inyección.

Algunos países incluso informaron sobre reportes de farmacovigilancia en los que se notifica que pacientes a quienes se suministra medicamentos agonistas del GLP-1 desarrollaron pensamientos suicidas y conductas autolesivas.

A esto la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) concluyó que no hay información suficiente para respaldar una relación causal entre dichos fármacos y pensamientos o acciones suicidad y autolesivas.

Mientras que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos informó que los medicamentos Wegovy (semaglutida) y Saxenda (liraglutida) incluyen advertencias para monitorear depresión y pensamientos o comportamientos suicidas en personas que los usan.

Tras lo anterior, la Cofepris señaló que los medicamentos agonistas del GLP-1 deben ser prescritos por personal médico especialista, quien evaluará a la persona, proporcionará el diagnóstico adecuado y supervisará el tratamiento.

“Es fundamental señalar que la automedicación o el consumo de estos productos sin la presencia de un padecimiento o enfermedad pueden provocar estrés excesivo en el hígado o el páncreas, lo que podría resultar en un fallo de dichos órganos”.

Por lo que, recomendó no adquirir medicamentos o cualquier insumo para la salud a través de plataformas de venta en internet, redes sociales o comercios informales. Además, deben presentar etiquetado en español, registro sanitario, lote y fecha de caducidad

Además, exhortó a notificar cualquier reacción adversa o malestar al correo electrónico: farmacovigilancia@cofepris.gob.mx

¿Por qué no deberías automedicarte?

La automedicación es una práctica frecuente en la población pero también peligrosa, por lo que la Secretaría de Salud enlistó las razones por las que no debería de hacerse:

– La dosis del medicamento debe ser calculada por el médico durante la consulta, ya que una dosis menor podría no ser efectiva y una dosis alta podría tener efectos no deseados.

– La elección del medicamento debe hacerse con criterios clínicos y, en algunos casos, basarse en resultados de laboratorio, siempre considerando la historia clínica del paciente.

– Enfermedades aparentemente leves, como la gripe o la tos, pueden ser malinterpretadas por el paciente como infecciones previas suyas o de un familiar, y esto puede llevarle a tomar el mismo medicamento que usó anteriormente.

Sin embargo, solo la experiencia clínica del médico puede diferenciar entre una infección bacteriana y una viral, cuyo tratamiento es completamente diferente.

– Debido al rápido crecimiento de los niños menores de 9 años, las dosis de los medicamentos que necesitan pueden cambiar según su aumento de peso, y esto puede variar en cuestión de meses o incluso semanas.

– Todos los medicamentos, incluso aquellos que se venden sin receta, pueden causar reacciones adversas, que van desde manifestaciones leves como la urticaria, hasta graves como el shock anafiláctico, una emergencia médica que puede poner en riesgo la vida debido a una reacción alérgica severa.

Por

Rocío Mundo

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