Esperar hasta los 70 años para cobrar el Seguro Social puede resultar en un pago mensual de hasta $5,108, $27,000 más al año.
Cuando decides empezar a cobrar el Seguro Social, es importante pensar en cuánto dinero recibirás cada mes.
El monto de ese pago depende de cuántos años hayas trabajado, cuánto hayas ganado durante tu vida laboral y la edad en la que decidas comenzar a recibirlo.
Por ejemplo, si eliges empezar a cobrarlo a los 62 años, el pago será más bajo que si decides esperar hasta los 70. Cuanto más esperes, más grande será el monto que recibirás.
El cálculo de cuánto te toca está basado en los 35 años en los que más ganaste durante tu carrera laboral.
Esos años son los que se toman en cuenta para determinar tu pago.
Para recibir el pago más alto posible del Seguro Social, necesitas haber ganado una cantidad suficiente de dinero durante esos 35 años que se toman en cuenta.
Sin embargo, hay un límite en el salario que se puede contar para los impuestos del Seguro Social.
En 2024, ese límite es de $168,600, lo que significa que solo se cuenta hasta esa cantidad de tus ingresos para calcular tu beneficio.
Este límite se ajusta cada año para tomar en cuenta la inflación, por lo que en 2025 se espera que sea de $176,100.
A continuación, te mostramos cuánto podrías recibir, dependiendo de la edad en la que decidas empezar a cobrar tu beneficio: a los 62, 66, 67 o 70 años.
-A los 62 años: el beneficio máximo mensual en 2024 es de $2,710, mientras que en 2025 será de $2,831.
-A los 66 años: el beneficio máximo mensual en 2024 es de $3,652, y en 2025 será de $3,795.
-A los 67 años: en 2024 el pago máximo mensual es de $3,911, y en 2025 será de $4,043.
-A los 70 años: el beneficio más alto que se puede obtener en 2024 es de $4,873 al mes, y en 2025 será de $5,108.
Esto significa que una persona que decida esperar hasta los 70 años podría recibir un pago más de un 80% superior al que recibiría a los 62 años, lo que representa un incremento de más de $27,000 anuales.
Esta diferencia es significativa, ya que podría cubrir una gran parte de los gastos de vida o incluso ofrecer la posibilidad de disfrutar de unas vacaciones anuales.
En resumen, aunque el beneficio de empezar a cobrar a los 62 años puede parecer tentador, esperar hasta los 70 puede resultar en una mejora significativa en los pagos mensuales, lo que podría proporcionar una mayor estabilidad financiera durante la jubilación.
