viernes 25 de octubre de 2024 3:28 pm
Eddy Tolentino

Steve Jobs solía cambiar de opinión cuando alguien le presentaba pruebas sólidas, una cualidad que Tim Cook aprendió y valoró profundamente. Aunque parece sencillo, cambiar de opinión puede ser todo un desafío, y la ciencia respalda esta dificultad. Para Tim Cook, asumir el liderazgo en Apple después de Jobs no fue tarea fácil, y ha reconocido en numerosas ocasiones el impacto que él tuvo en su carrera y en la filosofía que emplea para dirigir la compañía.

Un Liderazgo en Constante Evolución

“Para aquellos de nosotros que tuvimos la suerte de trabajar con él, fue el maestro de toda una vida”, dijo Cook en una reciente entrevista para The Wall Street Journal. Durante 13 años, Cook trabajó junto a Jobs en un período que definió su forma de liderar y que continúa moldeando su carrera. Una de las habilidades que Cook más admira de Jobs era su capacidad para cambiar de opinión sin aferrarse a ideas previas. Según él, “muy pocas personas tienen esa habilidad porque se casan con sus puntos de vista anteriores”.

Cook explicó que, gracias a Jobs, desarrolló la habilidad de no aferrarse a opiniones pasadas y de cambiar de parecer cuando se le presentan nuevos datos. “Al principio, eso me sorprendió un poco, pero luego me enamoré por completo de esa capacidad. Era una habilidad brillante”, confesó Cook. Esta flexibilidad, conocida en psicología como flexibilidad cognitiva, ha demostrado ser fundamental en el liderazgo efectivo, permitiendo tomar decisiones basadas en evidencias y no en sesgos preestablecidos.

El Desafío de Cambiar de Opinión

Cambiar de opinión es más difícil de lo que parece. La frase atribuida a Mark Twain, “Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados”, describe esta realidad. De hecho, investigaciones del Instituto Alan Turing sugieren que las opiniones humanas suelen estar influenciadas por emociones y sesgos cognitivos, dificultando que alguien admita estar equivocado incluso cuando se le presentan pruebas claras.

Keith Bellizzi, profesor de la Universidad de Connecticut, explica que las personas suelen basar sus opiniones en emociones como el miedo y la ira, y no en hechos. Este fenómeno se conoce como perseverancia en la creencia, en el cual la gente tiende a rechazar evidencias que contradicen sus creencias previas. La incapacidad para reconsiderar puntos de vista hace que muchas personas sean renuentes a cambiar de parecer, incluso ante hechos concluyentes.

Flexibilidad en el Liderazgo: Una Lección de Apple y Amazon

Cook no es el único CEO que considera el cambio de opinión como una fortaleza. Jeff Bezos, fundador de Amazon, también lo ve como un principio esencial de liderazgo. Bezos solía decir que “las personas que tenían razón muchas veces eran aquellas que cambiaban de opinión con frecuencia […]”. En Amazon, esta capacidad para reevaluar ideas se convirtió en uno de los pilares de liderazgo de la compañía, fomentando una cultura de flexibilidad y adaptación.

Esta filosofía de adaptabilidad es una característica esencial para Tim Cook en Apple, y es también un legado directo de Jobs. En palabras de Cook: “Él [Jobs] amaba debatir, y siempre podías hacerle cambiar de opinión si tenías la mejor idea. Nos hacíamos cambiar de opinión mutuamente”. La habilidad de Jobs para escuchar y adaptar sus opiniones dejó una marca imborrable en la forma en que Cook lidera hoy en día, recordándonos que, en un mundo cambiante, la apertura al cambio es una de las mayores fortalezas para avanzar.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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