viernes 22 de noviembre de 2024 12:27 am
Eddy Tolentino

Titán alberga la mayor reserva de hidrocarburos del sistema solar en forma de mares líquidos.

La luna más grande de Saturno sigue siendo la esperanza de los científicos para encontrar vida.

La NASA acaba de confirmar la misión Dragonfly a Titán, la luna rica en materia orgánica de Saturno. Era la decisión que faltaba para cerrar el diseño de la nave, empezar a construirla y ponerla a prueba antes de su lanzamiento, previsto para julio de 2028.

El legado de Ingenuity. Dragonfly lleva unos años en el tintero. La misión fue seleccionada en 2019 y ha duplicado su presupuesto desde entonces, lo que la puso en peligro el año pasado durante una revisión preliminar de diseño que, por lo demás, superó todos los requisitos.

Sin embargo, el éxito del helicóptero marciano Ingenuity, que duró 14 veces más de lo previsto, ha animado a la NASA a aceptar la misión con un coste de 3.350 millones de dólares y una hoja de ruta actualizada para llegar a Titán, la luna más grande de Saturno, en 2034.

El primer vuelo atmosférico en una luna. Dragonfly, un helicóptero de ocho rotores de 450 kg de masa, será lanzado en un cohete de carga pesada para acortar su trayectoria hasta Saturno.

Tras aterrizar en Titán con un escudo térmico tipo ‘aeroshell’ y la ayuda de dos paracaídas, el helicóptero volará a docenas de lugares prometedores en el satélite en busca de procesos químicos prebióticos que fueron comunes en la Tierra primitiva antes de que se desarrollara la vida.

El desarrollo de Dragonfly está liderado por el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, pero contará con la colaboración de múltiples instituciones, incluidas las agencias espaciales CNES de Francia, DLR de Alemania y JAXA de Japón.

Por qué es interesante Titán. Los mares líquidos solo existen en la superficie de dos mundos del sistema solar: la Tierra y Titán. Descubiertos por la nave espacial Cassini de la NASA hace dos décadas, los mares de Titán están compuestos de metano que se mantiene en forma líquida a temperaturas de -180 ºC.

Con profundidades de hasta 160 metros, estos océanos de color amarillo claro son la mayor reserva de hidrocarburos a nuestro alcance. Se producen cuando en la densa atmósfera de Titán, el nitrógeno y el metano reaccionan para formar moléculas orgánicas que luego caen a la superficie como lluvia de metano.

¿Podría haber vida en estos océanos ricos en materia orgánica? Es una posibilidad sobre la que Dragonfly arrojará luz mientras busca procesos químicos prebióticos.

¿Se puede colonizar Titán? Los dos destinos más cercanos a la Tierra, la Luna y Marte, tienen atmósferas muy finas o inexistentes, y están bañados de radiación. Titán, por el contrario, ofrece una atmósfera densa que protege su superficie. Pero la luna de Saturno no es un lugar del todo acogedor.

La sonda Huygens de la Agencia Espacial Europea aterrizó en Titán en 2005. Descubrió que su atmósfera está compuesta principalmente de nitrógeno e hidrocarburos como metano, etano y propano, y que su presión atmosférica es 1,5 veces la de nuestro planeta a nivel del mar.

Titán siempre muestra la misma cara a Saturno por efecto del acoplamiento de marea, así que un día dura lo mismo que su órbita alrededor del planeta: 15,9 días terrestres. No obstante, apenas hay variaciones de temperatura entre el día y la noche porque a Titán llega poca luz. Entre la gran distancia al Sol y su espesa atmósfera, su superficie recibe el 0,1% de la energía solar que recibe la Tierra.

Matías S. Zavia

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