sábado 23 de noviembre de 2024 1:00 am
Eddy Tolentino

Trump señala a Biden y Harris como responsables de la escalada en Oriente Medio

En un discurso más extremista de lo que suele ser habitual, Donald Trump dejó clara su posición sobre la situación en Oriente Medio y su visión sobre la migración en Estados Unidos. Durante un mitin realizado en Aurora, Colorado, el expresidente republicano prometió que el próximo 5 de noviembre será el “día de la liberación” de un “Estados Unidos ocupado” por migrantes, a quienes acusó de “infectar” el país. Esta retórica, que en ocasiones parece desbordar la lógica, refleja la continua polarización del discurso político en el país.

Trump, quien busca consolidar su base electoral en la recta final de la carrera hacia la Casa Blanca, se está alineando cada vez más con un discurso que mezcla un proteccionismo económico con la demonización de los migrantes. Su mensaje resuena especialmente entre los votantes blancos de clase trabajadora, quienes han mostrado preocupación por los cambios demográficos y culturales en su país. En este contexto, la figura de Kamala Harris, su rival en las elecciones presidenciales, se contrapone con un mensaje de unidad y colaboración.

Durante su discurso, Trump no escatimó en críticas hacia la administración de Biden y, en particular, hacia Harris. “Estados Unidos es conocido, en todo el mundo, como ‘Estados Unidos ocupado’, lo llaman ‘ocupado’. Estamos siendo ocupados por una fuerza criminal”, afirmó en un tono incendiario, subrayando la supuesta amenaza que representan los migrantes latinoamericanos en el país. El expresidente mencionó que “les hago esta promesa y hago un voto: el 5 de noviembre de 2024 será el Día de la Liberación en Estados Unidos”, una declaración que busca galvanizar a su base y hacerla sentir parte de un movimiento mayor.

En su retórica, Trump acusó a Harris de “importar un ejército de pandilleros extranjeros ilegales y criminales inmigrantes de las mazmorras del tercer mundo” y de haberlos “reubicado” en Aurora, un argumento que apela al miedo y la inseguridad. Sus seguidores, alimentados por teorías conspirativas, sostienen que la ciudad está siendo aterrorizada por migrantes, un punto que ha sido desmentido por las autoridades locales.

La retórica de Trump, que lo ha llevado a calificar a la vicepresidenta de “criminal”, se apoya en afirmaciones infundadas sobre pandillas venezolanas que, según él, han recibido permiso para disparar a la policía. En este discurso bélico, Trump presenta un “enemigo interno” que describe como “toda la escoria con la que tenemos que lidiar que odia a nuestro país”. Prometió medidas drásticas en caso de ser reelegido, incluyendo la deportación de todos los miembros de bandas ilegales.

Trump afirmó que eliminará la política de “captura y liberación”, que permite a los migrantes cruzar la frontera y esperar en libertad el resultado de su juicio migratorio. Además, planea restaurar el controvertido programa “Quédate en México” y la norma sanitaria del Título 42, que permitió bloquear prácticamente a todos los migrantes durante la pandemia. En su discurso, caracterizó a los migrantes como “muy, muy, muy enfermos con enfermedades altamente contagiosas” y que, según él, “son traídos para infectar nuestro país”.

El expresidente anunció que enviará un proyecto de ley al Congreso para prohibir las ciudades santuario, que protegen a los migrantes de la deportación, y prometió iniciar “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”. “Cerraremos la frontera. Detendremos la invasión de ilegales (…) defenderemos nuestro territorio, no seremos conquistados”, concluyó con un tono militarista que busca despertar un sentido de urgencia entre sus seguidores.

Por otro lado, Kamala Harris, en un acto de campaña en Scottsdale, Arizona, promovió un mensaje de unidad y bipartidismo. Afirmó que “en los últimos años en nuestro país hay algunas fuerzas poderosas que están tratando de dividirnos como estadounidenses”, advirtiendo sobre la tentación de enfrentar a los ciudadanos entre sí. “Tenemos más en común de lo que nos separa”, añadió, enfatizando la importancia de la colaboración en momentos de polarización.

Ambos candidatos están muy parejos en las encuestas, lo que indica que la contienda electoral será reñida. La última encuesta del Wall Street Journal muestra a Harris con una ligera ventaja en varios estados clave. Hillary Clinton, exjefa de la diplomacia estadounidense, advirtió que Harris debe estar preparada para sorpresas inesperadas en las semanas previas a las elecciones, recordando su propia experiencia en 2016, cuando se enfrentó a la divulgación de correos electrónicos que impactaron su campaña.

Así, mientras Trump apela al miedo y la retórica divisoria, Harris busca posicionarse como la candidata que une a los estadounidenses en un momento de incertidumbre. La carrera hacia las elecciones de 2024 se intensifica, y la retórica de ambos candidatos podría definir el futuro político del país.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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