El expresidente Donald Trump volvió a generar controversia con declaraciones sobre temas internacionales y políticos, dejando claro que su próximo mandato podría estar marcado por decisiones que desafían el statu quo global. Entre los temas abordados en una reciente conferencia de prensa, Trump habló sobre la posibilidad de usar la fuerza militar para tomar el control de Groenlandia y el Canal de Panamá, temas de seguridad nacional según sus palabras, y lanzó fuertes críticas al actual presidente Joe Biden y a su administración.
Groenlandia y el Canal de Panamá: ¿Una nueva visión territorial?
Trump afirmó que no descarta medidas militares para asegurar el control de Groenlandia y el Canal de Panamá. Justificó su posición alegando que ambas regiones son cruciales para la seguridad nacional de Estados Unidos.
“No voy a comprometerme a descartar el uso de la fuerza. El Canal de Panamá es vital para nuestro país, y Groenlandia también lo es por razones estratégicas”, declaró Trump, enfatizando su percepción de vulnerabilidad en estos puntos geopolíticos. Groenlandia, aunque autónoma, sigue siendo parte del Reino de Dinamarca, un miembro fundador de la OTAN y aliado cercano de Estados Unidos.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, respondió con cautela, subrayando que cualquier interés estadounidense en la región debe respetar tanto la soberanía de Dinamarca como los derechos del pueblo groenlandés. Por su parte, el gobierno de Groenlandia minimizó la visita de Donald Trump Jr., calificándola como un viaje privado sin implicaciones oficiales.
El Canal de Panamá, controlado exclusivamente por Panamá desde 1999, también fue mencionado como un objetivo estratégico. Trump destacó su importancia para el comercio global y la influencia militar, insinuando que el control estadounidense podría reforzar su posición global.
¿Un “Golfo de Estados Unidos”?
En un movimiento característico de su estilo nacionalista, Trump sugirió rebautizar el Golfo de México como “Golfo de Estados Unidos”, argumentando que el nombre “suena hermoso” y refuerza la identidad nacional. Aunque la propuesta fue recibida con escepticismo, refleja la inclinación de Trump hacia medidas simbólicas que reafirman el poder estadounidense.
Canadá como el 51º estado
Trump también mencionó la posibilidad de que Canadá se una a Estados Unidos, aunque descartó el uso de la fuerza militar. En cambio, aseguró que utilizaría “la fuerza económica” para persuadir al país vecino. Los líderes canadienses, incluido el primer ministro Justin Trudeau, rechazaron categóricamente la idea, calificándola como una muestra de ignorancia y falta de respeto hacia la soberanía de Canadá.
Críticas a Biden y la OTAN
Trump aprovechó la oportunidad para criticar al presidente Biden por “socavar” su transición al poder, citando medidas como la prohibición de la exploración de petróleo en alta mar. También pidió que los países miembros de la OTAN aumenten sus gastos de defensa al 5% de su PIB, duplicando el objetivo actual del 2%. Según Trump, esto garantizaría una alianza más fuerte en un contexto global marcado por tensiones, especialmente con Rusia y China.
Cuestionamientos al fiscal Jack Smith
En otro frente, Trump arremetió contra el fiscal especial Jack Smith, quien supervisó las investigaciones sobre su papel en el asalto al Capitolio y el manejo de documentos confidenciales. Aunque los casos fueron desestimados tras su victoria electoral, Trump acusó al Departamento de Justicia de parcialidad y aseguró que enfrentará cualquier intento de empañar su mandato.
Una era de decisiones polémicas
Trump cerró su discurso prometiendo una “Era dorada para Estados Unidos”, destacando que su enfoque será firme y sin concesiones en temas tanto internos como internacionales. Aunque estas declaraciones han sido criticadas por varios líderes y analistas, refuerzan su postura como un líder dispuesto a tomar decisiones radicales para, según él, proteger y fortalecer a Estados Unidos en el escenario global.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
