sábado 23 de noviembre de 2024 1:23 am
Eddy Tolentino

Un hispano propietario de una licorería en Queens (NYC) se enfrenta a siete años de prisión después de dispararle a un supuesto ladrón que lo atacó en su negocio. Sus colegas quieren que se retiren los cargos, alegando que actuó en legítima defensa.

Francisco Valerio, propietario de una licorería en Queens (NYC), se enfrenta a siete años de prisión después de dispararle a un supuesto ladrón que lo atacó en un enfrentamiento captado por la cámara, pero algunos críticos quieren que se retiren los cargos.

Valerio, padre de 53 años, y su hermano Luis supuestamente atraparon a Kevin Pullutasi y Edwin Paiquiza cuando intentaban meter botellas de alcohol en sus chaquetas dentro del negocio “Franja Wines and Liquors” en Ridgewood alrededor de las 7:45 p.m. del lunes, según la policía y las imágenes de vigilancia de la tienda.

Los hermanos Valerio agarraron a los sospechosos, ambos de 20 años, y luego los empujaron hacia la puerta mientras otro cliente miraba. Pero la pelea no terminó allí, sino se extendió al pavimento de Wyckoff Avenue, en medio de insultos.

Pullatasi intercambió puñetazos y patadas con los hombres, justo antes de que el mayor de los Valerio saliera. Fue entonces cuando se disparó el arma que tenía en la mano, según un comunicado de la Fiscalía del Distrito de Queens.

Pullutasi tropezó herido en el abdomen después del tiroteo y luego se detuvo contra un automóvil estacionado en la calle. Valerio se acercó y pareció intentar ayudar al herido, que permaneció junto al auto. Luego lo llevaron al Hospital Elmhurst en estado crítico. Paiquiza huyó de la escena, pero fue capturado poco tiempo después en Putnam Ave.

El dueño de la tienda, quien tiene una licencia válida para su arma de fuego, fue detenido por imprudencia temeraria y agresión. Pullutasi y Paiquiza también enfrentan cargos, pero los de Valerio son, con diferencia, los más graves y amenazan con encarcelarlo hasta por siete años, según New York Post. Su próxima cita en la corte será el 29 de julio.

“Ladrones descarados robaron mercancía de una licorería del vecindario”, dijo la fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz, en el comunicado.

Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.

La organización gremial Bodegas Unidas de América (UBA) dijo en un comunicado que Pullutasi y su presunto cómplice Paiquiza habían robado la tienda de Valerio “en numerosas ocasiones”. “Pedimos una vez más a la fiscal Melinda Katz que retire los cargos”, insistió el portavoz de la UBA, Fernando Mateo. “El señor Valerio es un hombre honorable en la sociedad, esto no debería cambiar su vida”.

El interior y los alrededores de las tiendas en NYC son con frecuencia escenas de crímenes, tanto robos como homicidios y ataques a empleados.

A principios de este mes un supuesto ladrón de cerveza murió tras ser acuchillado por el empleado de una bodega en Queens y el atacante no fue acusado, pese a las críticas de la familia de la víctima.

En otro caso similar, en julio de 2022 el dominicano José Alba fue arrestado por el apuñalamiento fatal de Austin Simon (35) en una discusión por el pago de una bolsa de papas fritas. Lo absolvieron días después cuando se determinó que había actuado “en defensa propia”, en medio de una polémica por la inseguridad en las bodegas de la ciudad.

Desde la pandemia muchos dueños han optado por reducir los horarios y colocar la mercancía bajo llave ante el alza en los robos en tiendas, farmacias y bodegas. También varios negocios minoristas han cerrado en los últimos años alrededor del país por ese motivo, dejando a miles de personas sin empleo y comunidades desasistidas, creando los llamados “desiertos de alimentos” (food deserts), es decir, zonas donde es difícil conseguir alimentos frescos asequibles o de buena calidad.

Los hurtos en las tiendas minoristas de la ciudad de Nueva York subieron un alarmante 81% durante el primer trimestre de 2023, en muchos casos con violencia. Así lo denunció el grupo Acción Colectiva para Proteger Nuestras Tiendas (Collective Action to Protect Our Stores, CAPS-NY) que representa a 5,000 establecimientos, incluidos supermercados y bodegas, volviendo a exigir que los congresistas estatales aprueben leyes contra el hurto en las tiendas.

Por El Diario

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