viernes 22 de noviembre de 2024 11:49 am
Eddy Tolentino

Dos adolescentes fueron declarados culpables del asesinato de Brianna Ghey, de 16 años, a quien la pareja le infligió 28 puñaladas.

Dos adolescentes, conocidos solo como “Chica X” y “Chico Y”, han sido condenados por el asesinato “sin sentido” de Brianna Ghey, de 16 años.

En un trágico suceso que sacudió a la comunidad de Culcheth, cerca de Warrington, Cheshire, Brianna fue atraída a un parque y apuñalada 28 veces con un cuchillo de caza en la cabeza, el cuello, el pecho y la espalda el 11 de febrero.

Según The Guardian, el Tribunal de la Corona de Manchester reveló que los asesinos, que ahora tienen 16 años, tenían una inquietante fascinación por la violencia, la tortura y el asesinato, con una escalofriante “sed de matar”.

Decisión sobre el anonimato de los menores británicos

La jueza del caso dictaminó el jueves que existe un gran interés público en levantar las órdenes de anonimato que impiden la identificación de los asesinos.

Sin embargo, decidió que las restricciones a la presentación de informes permanecerían vigentes hasta la fecha de sentencia del 2 de febrero. El levantamiento de tales restricciones se considera solo en casos excepcionales, y esta decisión refleja la naturaleza atroz del crimen y el derecho del público a comprender y debatir tales incidentes graves.

Brianna, descrita como “ingeniosa, divertida y valiente”, era transgénero, aunque la policía y los fiscales descartaron que ese fuera el motivo.

El tribunal escuchó que los asesinos, que se culpaban mutuamente por el asesinato, eran inteligentes y de “origen normal”. Habían enumerado otros objetivos potenciales, lo que indicaba que si Brianna no hubiera sido su víctima, otro adolescente podría haberlo sido.

Caso Brianna Ghey: Papel de los medios e interés público

Algunas cadenas de noticias británicas, según The Guardian, hicieron gestiones para levantar el anonimato de los asesinos, enfatizando la naturaleza única del caso y los beneficios del escrutinio público.

Ambos acusados ​​se opusieron a la solicitud por temor a su bienestar y al impacto en sus familias, que ya han recibido amenazas de muerte. Sin embargo, el juez afirmó que continuar con las restricciones inhibiría el debate informado y restringiría la información completa del caso.

La necesidad del público de comprender cómo los niños pudieron cometer un acto tan terrible pesa más que los intereses de los niños acusados ​​en este caso.

Las declaraciones de la familia transmiten un profundo dolor y una sensación de pérdida inquietante. La madre de Brianna, Esther Ghey, expresó su perpetuo tormento al pensar en el miedo de su hijo durante el ataque. La falta de remordimiento mostrada por los acusados ​​la llevó a perder toda simpatía por ellos.

El padre de Brianna, Peter Spooner, compartió “su dolor diario y su determinación de mantener viva su memoria”.

Los diagnósticos de los acusados

La Chica X y el Chico Y, ambos diagnosticados con trastorno del espectro autista y rasgos de autismo y TDAH respectivamente, no mostraron ninguna reacción cuando se emitieron los veredictos. Este detalle añade una capa compleja al caso, planteando preguntas sobre la intersección entre la salud mental y el comportamiento criminal.

El asesinato de Brianna Ghey ha dejado una huella indeleble en su familia y en la comunidad en general. La decisión de revelar las identidades de sus asesinos en el momento de la sentencia subraya la gravedad de su crimen y el interés del público en comprender y discutir plenamente actos tan brutales.

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