viernes 22 de noviembre de 2024 10:58 pm
Eddy Tolentino

Más de 150 migrantes y desplazados se reunieron para honrar a las personas que han fallecido o se han tenido que movilizar debido a la crisis climática.

Nuevamente una manifestación de defensores climáticos llegó a la torre del Citigroup en el Bajo Manhattan, para hablar en alto sobre los embates del calentamiento global, pero además de activistas, este martes se unieron migrantes de todo el mundo, que reclaman que el cambio climático, está obligando a muchas personas a dejar sus países, por fenómenos meteorológicos extremos.

Más de 150 migrantes y desplazados se reunieron para honrar a las personas que han fallecido o se han visto obligadas a movilizarse debido a la crisis climática.

En ese grupo se encontraba la puertorriqueña María Berli, portavoz de Comunidades por un Cambio de NY (NYCC), quien reiteró que la isla todavía no se ha recuperado del embate del huracán María, que la azotó en septiembre de 2017.

“Fíjate se esperan otros huracanes en esta temporada. Y en el fondo no se ha tomado una sola medida de fondo, para evitar más tragedias. Por el contrario, se sigue invirtiendo en empresas contaminantes. Y los puertorriqueños, no ven un futuro más que irse para poder progresar y huir de nuevos fenómenos que con toda seguridad azotarán a Puerto Rico”, aseveró la activista.

Además del caso boricua, diferentes portavoces, hablaron de otras tragedias ambientales que están diezmando a comunidades del Caribe, Suramérica, Asia y Africa.

La principal demanda de este movimiento, denominado ‘Verano de Calor’, es que se deje de financiar los proyectos de petróleo, carbón y gas, que están impulsando la crisis climática y las inundaciones generalizadas, los incendios forestales, la contaminación atmosférica y la migración forzada que mata y desplaza a millones de personas cada año.

“Dejen de financiar el calentamiento”

Que estas protestas lleguen a la sede de Citigroup en Nueva York, no es casualidad.

De acuerdo con el razonamiento de los propulsores de esta secuencia de marchas, como Alicé Nascimento, líder de NYCC, “desde que entró en vigor el Acuerdo de París en 2016, esta entidad financiera, ha invertido 396,300 millones de dólares en carbón, petróleo y gas”.

Esta es la primera vez en la historia, que los activistas climáticos llevan a cabo una temporada completa de protestas, sostenidas contra los grandes bancos por su papel en el fomento de la crisis climática.

Con la convicción de que cortar el flujo de dinero, detendrá los proyectos de combustibles fósiles que están “quemando” nuestro planeta, los activistas han puesto su mirada en Citigroup, después de presiones similares a gigantes financieros como Barclays y HSBC, para que tomaran medidas para poner fin a su financiación de iniciativas contaminantes en el mundo.

En un comunicado la coalición ‘Verano de Calor’ sostiene que desde El Bronx hasta el sur del Golfo, las comunidades negras, latinas, asiáticas, indígenas y de bajos ingresos viven en la primera línea de la crisis climática, y son las menos responsables.

“Enfrentamos las tasas más altas de asma y tasas asombrosas de cáncer, mientras que una cantidad sin precedentes de personas mueren por olas de calor. En lugar de quedarse en casa y esconderse del calor, los organizadores están llamando a todos los neoyorquinos y defensores del clima, a salir a las calles y exigir que las grandes financieras, dejen de destruir nuestro futuro”, expusieron en una misiva.

Los manifestantes denunciaron nuevamente que Citigroup, ha invertido de forma sostenida en las industrias del carbón, el petróleo y el gas desde 2016, algo que, según afirman, ha provocado impactos perjudiciales en los océanos debido al cambio climático.

El grupo argumentó que las aguas son un 30% más ácidas que antes de que los humanos comenzaran a verter desechos en ellas. Además que casi el 25% de toda la vida oceánica, se ha extinguido desde la década de 1950.

La campaña ‘Verano de Calor’ se produce tras las acciones del pasado mes de abril, cuando activistas climáticos negros e indígenas convocaron una audiencia por el Día de la Tierra para confrontar el racismo ambiental de Citigroup, a la que siguieron dos días de desobediencia civil no violenta, frente a la sede de esta corporación financiera en la ciudad de Nueva York.

Anteriormente, en septiembre de 2023, los manifestantes también bloquearon de manera no violenta todas las entradas a la sede de Citi.

Esta iniciativa ha sido respaldad por más de 100 grupos ambientales y de justicia racial, precisamente cuando la Gran Manzana, en lo que va de verano, ha registrado temperaturas sofocantes.

Durante algunos días de julio la sensación térmica, estuvo cerca de los 100 grados, debido a la gran cantidad de humedad en el ambiente. Las autoridades municipales han tenido que extender “aviso de calor excesivo” en varias oportunidades.

El caso Puerto Rico

Entre 2008 hasta el impacto devastador del huracán María en 2017, Puerto Rico, ha sido designado como “zona de desastre mayor” por lluvias torrenciales, inundaciones, deslizamientos, tormentas y huracanes en seis ocasiones.

Como sostiene la activista María Berli, organizaciones financieras de Estados Unidos, con el apoyo del liderazgo de la isla, más que crear planes de prevención ante los efectos del cambio climático y los desastres que están por venir, por el contrario, siguen alimentando la “voracidad” de empresas y proyectos muy contaminantes.

“Mi familia que son agricultores en Naranjito (en la región central de la isla), apenas cultivan para sobrevivir. Ya no pueden pensar, en que pueden tener en el cultivo un negocio, porque no hay ayuda. Y hay riesgo todo el tiempo de inundaciones”, esbozó María.

En las últimas horas, se ha estado monitoreando el paso de la tormenta tropical Ernesto por Puerto Rico y como advierte la activista cualquier advertencia de este tipo, pone a la isla al borde del pánico, pero no se están tomando medidas claras para evitar más desastres.

Asimismo, la organización Earthjustice muestra en sus balances que los intereses “de la industria de combustibles fósiles, presionan para importar más gas tóxico y levantar más infraestructura para su uso”.

De acuerdo con este centro de activismo e investigación ambiental, se buscan acuerdos secretos con funcionarios locales y el gobierno federal, para prolongar la dependencia de una red centralizada en ruinas, que funciona con combustibles fósiles en un 97%.

“Duplicar el uso de combustibles fósiles impide la transición a la energía limpia, exigida legalmente en Puerto Rico y, específicamente, supone una carga para las comunidades de color y aquellas de ingresos modestos que viven más cerca de plantas de energía sucia. Y no pueden permitirse el lujo, de hacer la transición a la energía solar, en los techos por sí mismos”, concluye un reporte.

¿Qué dice Citigroup?

Un portavoz de Citigroup, reaccionó ante medios locales, argumentando que: “Citi respeta la defensa de los activistas climáticos y estamos apoyando la transición a una economía baja en carbono, a través de nuestros compromisos de cero emisiones netas, y nuestro objetivo de financiación sostenible de 1 billón de dólares. Nuestro enfoque refleja la necesidad de hacer la transición y al mismo tiempo seguir satisfaciendo las necesidades energéticas mundiales”.

Un análisis de Bloomberg News comentado por The New York Times, determinó que Citi no era el mayor proveedor de préstamos al sector del petróleo, el gas y el carbón, y que sus préstamos al sector de los combustibles fósiles, han disminuido de manera constante.

Por Fernando Martínez

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