El astrónomo Avi Loeb, conocido por sus teorías audaces sobre vida extraterrestre, ha llevado su conflicto con la NASA a un nuevo nivel. Esta vez, el cosmólogo de Harvard acusa a la agencia espacial de ocultar imágenes críticas del cometa interestelar 3I/ATLAS, capturadas por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) a principios de octubre de 2025. Según Loeb, estas imágenes, con una resolución de 30 km/píxel, podrían revelar detalles clave sobre la naturaleza y posible origen artificial del objeto.
El shutdown del gobierno: ¿Burocracia o conspiración?
La NASA, sin embargo, tiene una explicación menos sensacionalista: el cierre parcial del gobierno federal (shutdown), iniciado el 1 de octubre de 2025, ha dejado a la agencia con solo el 17% de su personal en activo. Esto significa que solo se mantienen las operaciones críticas, como la Estación Espacial Internacional y la seguridad de naves en órbita. El resto de las actividades, incluyendo la divulgación de datos científicos, han quedado en pausa.
Loeb, insatisfecho con esta explicación, ha recurrido a la congresista Paulina Luna para presionar a la NASA a liberar las imágenes. El astrónomo argumenta que estos datos son «extremadamente valiosos» para entender la composición, estructura y posible origen de 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar detectado en nuestro sistema solar.
3I/ATLAS: Un objeto que desafía las explicaciones
3I/ATLAS ha generado un intenso debate en la comunidad científica por varias razones:
- Trayectoria inusual: Su órbita está casi perfectamente alineada con el plano de los planetas del sistema solar, algo que Loeb considera estadísticamente improbable para un objeto natural.
- Composición atípica: Presenta una baja proporción de agua y una alta concentración de níquel, algo poco común en cometas.
- Comportamiento anómalo: Durante su perihelio, el cometa brilló intensamente en color azul y experimentó una aceleración no gravitacional, fenómenos que Loeb atribuye a una posible propulsión artificial.
Sin embargo, la mayoría de los astrónomos ofrecen explicaciones más convencionales:
- El brillo azul podría deberse a emisiones de gas ionizado, un fenómeno observado en otros cometas.
- La aceleración no gravitacional es consistente con la sublimación de hielos, que actúan como propulsores naturales.
- La trayectoria podría explicarse si 3I/ATLAS es un fragmento de un exoplaneta, expulsado por una colisión en otro sistema estelar.
Loeb y sus teorías sobre vida extraterrestre
Avi Loeb no es ajeno a la polémica. En 2017, sugirió que ‘Oumuamua, el primer objeto interestelar detectado, podría ser una sonda alienígena. Sus hipótesis, aunque fascinantes, han sido ampliamente cuestionadas por la comunidad científica.
En el caso de 3I/ATLAS, Loeb ha afirmado que la probabilidad de que sea un objeto natural es «inferior a una parte en diez cuatrillones», una declaración que muchos consideran exagerada. Sin embargo, su insistencia ha mantenido el debate en la esfera pública, atrayendo la atención de medios y entusiastas de la astronomía.
¿Qué sigue para 3I/ATLAS?
Mientras el shutdown persiste, las imágenes de 3I/ATLAS siguen sin ser publicadas. Para los científicos, cada día de retraso es una oportunidad perdida para estudiar un objeto que podría cambiar nuestra comprensión del universo. Pero más allá de las teorías sobre su origen, 3I/ATLAS representa una ventana única para analizar material de otros sistemas estelares.
La pregunta sigue en el aire: ¿Es 3I/ATLAS un fenómeno natural o la primera evidencia de tecnología extraterrestre? Por ahora, la ciencia sigue buscando respuestas, mientras la burocracia dictamina cuándo podremos acceder a los datos que podrían resolver el misterio.