Desde hace más de una década, el 1 de noviembre es sinónimo de un solo evento: el anuncio de Mariah Carey de que “ya es hora” de celebrar la Navidad. En 2025, la artista repitió la fórmula del éxito con un video que, en menos de 12 horas, se convirtió en el contenido más compartido en redes sociales. Vestida primero como un ángel y luego como Santa Claus, Carey despidió Halloween con estilo y activó el espíritu navideño para sus más de 100 millones de seguidores en plataformas digitales.
El video, que forma parte de una campaña anual meticulosamente planeada, incluye no solo el lanzamiento del tema, sino también el inicio de su tour navideño, ventas de merchandising y colaboraciones con grandes marcas. La canción, que cada año vuelve a dominar las listas globales, es un ejemplo de cómo un clásico puede reinventarse y mantenerse relevante en la era digital. Plataformas como Spotify registraron un pico de reproducciones desde las primeras horas del mes, situando el tema en el top 5 de más de 50 países.
Este fenómeno no solo es musical, sino también económico y cultural. Mariah Carey ha logrado que su imagen y su música sean inseparables de la Navidad, creando un ritual que trasciende generaciones y fronteras. Su capacidad para conectar con el público, incluso antes de que llegue diciembre, la consolida como una de las artistas más influyentes de la historia reciente.