domingo 24 de noviembre de 2024 5:19 pm
Eddy Tolentino

La dominicana que operaba la guardería en El Bronx (NYC) donde un bebé murió y tres más fueron hospitalizados por sobredosis de fentanilo hizo varias llamadas personales antes de comunicarse con 911 y borró en su teléfono unos 21,500 mensajes. Ella y el primo de su esposo enfrentan varios cargos por homicidio y narcotráfico, pero su marido sigue prófugo.

Grei Méndez Ventura, dominicana que operaba la guardería en El Bronx (NYC) donde un bebé murió y tres más fueron hospitalizados por sobredosis de fentanilo, hizo varias llamadas personales antes de comunicarse con 911 y borró en su teléfono unos 21,500 mensajes cifrados a su esposo, según documentos judiciales.

Méndez (33) y Carlisto Acevedo Brito (41) -primo de su esposo que vivía en una habitación alquilada donde funcionaba la guardería “Divino Niño”- fueron arrestados el sábado, un día después de la muerte del bebé. Desde entonces los cargos en su contra han ido aumentando: homicidio, intento de homicidio, conspiración y posesión de narcóticos con intención de distribuir con resultado de muerte, entre otros.

La denuncia penal publicada el martes afirma que Méndez borró de su teléfono alrededor de 21,500 mensajes que había intercambiado con un supuesto cómplice, a quien las fuerzas del orden identificaron como su esposo -se encuentra prófugo y su nombre no ha sido revelado-, entre marzo de 2021 y el viernes pasado.

La tragedia sucedió esa tarde, cuando cuatro menores que estaban en la guardería en 2707 Morris Ave fueron encontrados inconscientes y luego se determinó que tenían fentanilo en sus organismos. Tres de ellos fueron reanimados con el antídoto Narcan para revertir los opioides, pero Nicholas Feliz Dominici, de un año de edad, no pudo ser salvado.

Todos esos mensajes telefónicos fueron eliminados tiempo después de la muerte del bebé, según la denuncia penal federal. Los fiscales dijeron que Méndez hizo tres llamadas personales antes de pedir ayuda al 911, incluida una a otro empleado de la guardería y dos a su esposo, supuestamente “tratando de encubrir” lo sucedido, reportó NBC News.

Después de que llamaron a la policía, Méndez supuestamente hizo varias llamadas telefónicas más a su esposo. Su marido llegó al apartamento, se quedó unos dos minutos y luego salió a un callejón con dos bolsas de compras llenasmientras los niños estaban inconscientes y esperando atención médica, según documentos judiciales.

Damian Williams, fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, calificó las supuestas acciones de Méndez y Brito como “desmedidas” e “imperdonables”. Si son declarados culpables de los cargos federales podrían enfrentar cadena perpetua y una sentencia mínima de 20 años tras las rejas.

Los cargos federales se suman a las acusaciones estatales por homicidio que ambos dominicanos enfrentan. Méndez se declaró “no culpable” el domingo de los primeros cargos y Brito estaba esperando ser procesado. Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.

“Descubrimos un kilogramo de fentanilo en un área que se utilizaba para hacer la siesta a los niños. Estaba colocado debajo de una alfombra donde habían estado durmiendo antes”, dijo el lunes el jefe de detectives de la policía de Nueva York, Joe Kenny, en una conferencia de prensa junto al alcalde Eric Adams y otros funcionarios de la ciudad.

Un abogado de Méndez, Andrés Aranda, detalló que su cliente vivía arriba de la guardería y le alquilaba una habitación a Brito por $200 dólares al mes. El estado Nueva York permite guarderías en el hogar para un pequeño número de niños, siempre que tengan licencia y sean inspeccionadas.

El comisionado de salud de la ciudad de Nueva York, Ashwin Vasan, comentó que “Divino Niño” era un sitio de cuidado infantil “en el hogar” abierto recientemente autorizado por la Oficina de Servicios para Niños y Familias del estado Nueva York (OCFS).

Los inspectores estatales habían visitado el centro sin previo aviso el 6 de septiembre y no encontraron violaciones, según los registros. Un letrero afuera decía que atendían niños de entre 6 semanas y 12 años.

El fentanilo es un opioide sintético que se puede usar para mezclar drogas como la cocaína o la heroína y producir un efecto hasta 50 veces más fuerte.

El creciente suministro de fentanilo ha exacerbado la epidemia de drogas en la ciudad: el mortal opioide se detecta en el 80% de las muertes por sobredosis, según el Departamento de Salud (DOH). Ésta no fue la primera muerte de un bebé en 2023 que NYPD vincula con el consumo de narcóticos.

En enero las autoridades locales anunciaron que durante 2022 en NYC hubo un decomiso récord de pastillas de fentanilo equivalentes a 72 millones de dosis fatales. “El fentanilo satura el suministro de drogas ilegales en la ciudad de Nueva York y es un factor en aproximadamente el 80% de las muertes por sobredosis. Incluso el uso casual u ocasional de drogas ilegales podría ser fatal, y con una explosión de píldoras falsificadas que contienen fentanilo, una sola tableta comprada en línea o en las redes sociales podría ser mortal”, alertó entonces en un comunicado Bridget G. Brennan, fiscal especial de narcóticos de NYC.

“El fentanilo es la amenaza más importante para nuestra salud pública y nuestra seguridad pública”, dijo entonces el agente especial Frank Tarentino (DEA).

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