lunes 25 de noviembre de 2024 12:07 pm
Eddy Tolentino

Luego de tres años de haberse beneficiado con el congelamiento de sus deudas estudiantiles, este mes de octubre los prestatarios comenzarán a recibir de nuevo facturas de cobro, por lo que piden al Estado promover alivios, mientras entidades como la Fiscalía advierten que hay opciones para retrasar las obligaciones, y advierten estar alerta con estafadores.

Para muchos neoyorquinos, octubre es uno de sus meses favoritos, pues el otoño suele ponerle un toque casi mágico al paisaje de la Gran Manzana, sin que el frío sea tan intenso. Pero para miles de deudores de préstamos federales estudiantiles, con los que profesionales de bajos recursos logran hacer realidad el sueño de terminar una carrera profesional, una maestría o un doctorado, este octubre significa el regreso de un fuerte dolor de cabeza.

Así lo describe Steven Jaramillo, sicólogo, de 32 años, al referirse al fin de la pausa de obligaciones con las cuotas de deudas estudiantiles que estuvo vigente durante tres años, como un alivio que concedió el gobierno federal en medio de la pandemia, pero que terminó este mes, cuando deudores como él, deberán comenzar a realizar pagos nuevamente.

La medida se levantó, y miles de estudiantes recibirán de nuevo las tan “estresantes facturas”, como lo asegura el padre de familia colombiano, quien tiene una deuda cercana a los $40,000, que debido a que antes de la pausa solo había podido hacer los pagos mínimos, el valor que le prestaron hace nueve años se ha mantenido casi intacto.

“La deuda me ahorca, y así lo confirmé durante estos tres años, que gracias a la pausa en pagos, por primera vez en mucho tiempo sentí que pude tener un respiro. Pero como no era algo permanente, como debería haber sido, otra vez me regresó el dolor de cabeza, porque hay que empezar a pagar nuevamente”, comenta el deudor, quien hizo un llamado al Estado para que fomente alivios financieros, no solo para los ya morosos sino para los jóvenes que recién comienzan la universidad.

“La pausa en pagos solo fue como una pastilla que uno se toma para que se le pase el dolor, pero ahora ese dolor uno lo va a sentir más fuerte, porque uno ya se había olvidado de la deuda por un buen tiempo”, agregó el profesional, quien recalcó su llamado de “auxilio”. “Somos millones de gente de ingresos bajos y medios sufriendo deudas eternas, y muchos muchachitos que tienen ganas y capacidades de estudiar, tristemente pronto van a agrandar ese grupo. Lo que deberían hacer (los Gobiernos) es que nos condonaran los créditos estudiantiles federales y el Estado, nos ayudará a liberarnos también a todos de las deudas estudiantiles con compañías privadas, que nos matan con el interes”.

Y es que no solo la pausa en los pagos de las deudas estudiantiles ayudó a miles de profesionales en todo Nueva York, como un salvavidas en tiempo de crisis, sino también la condonación total de sus obligaciones, como lo asegura la abogada Marisol Cordero, quien se benefició de dichas iniciativas federales. La deudora, de 41 años, quien trabaja como defensora en casos de vivienda, y quien nació y ha vivido en El Bronx, levantó su voz para que que se cree un camino que conduzca a la cura total de las deudas estudiantiles para todos, pues hace la diferencia entre estar en “un agujero eterno” o poder empezar a tener éxito.

“Cuando me gradué de la escuela, y quise ir a la universidad, y a la escuela de leyes, me metí en una deuda federal de $125,000 y un préstamo estudiantil privado de $110,000, y por muchísimos años esas deudas no me dejaron prosperar, hasta el punto que siendo profesional, vivía en el sótano de la casa de mis papás, porque no me alcanzaba ni para la renta en un apartamento propio”, asegura la deudora, de origen puertorriqueño.

La boricua asegura que tras graduarse de la universidad tuvo que pagar cuotas mensuales superiores a los $800, del crédito federal y $500 del privado, tan solo en pagos mínimos, lo que hacía que se viera “ahogada” para subsistir y sin poder realizar progresos en su vida personal y financiera.

“Es muy duro ver que uno estudia y se hace profesional y debido a las deudas no levanta cabeza. Aunque yo amo mi trabajo y soy muy feliz haciendo lo que hago como abogada, no he podido tener éxito en recursos ni en propiedades, y ni siquiera en tener mi propia familia, porque no me alcanzaría para pagar servicios de cuidado de mis niños”, asegura la abogada.

“Yo tuve depresión, pensaba que no podría mudarme nunca del sótano de mis papas. Me sentí como muy abajo. Era como ser una prisionera en un túnel sin ver la luz al final. Y aunque todavía tengo la deuda privada, la verdad el alivio federal me sirvió para moverme, para irme a un apartamento en una cooperativa, aunque sigo batallando para llegar a fin de mes”, agrega la latina.

La neoyorquina advierte que es irónico ver que sus padres, sin estudios profesionales, han logrado ser más exitosos que ella, entre otras cosas porque no tuvieron deudas elevadas por programas universitarios como es su caso, por lo que instó a que no se abandone a quienes a partir de este mes deben volver a empezar a pagar a sus acreedores. De paso recalcó que los deudores de préstamos estudiantiles están casi que echados a sus suerte si no se promueven formas de aliviar sus cargas financieras, ya que a diferencia de otras deudas, los créditos educativos no pueden incluirse en formas de dineros impagos, como declararse en bancarrota, que si funciona para otro tipo de endeudamientos.

“Es urgente que el gobierno Federal y el Estatal creen más incentivos para perdonar más deudas a profesionales que hacen trabajos de interés público“, asegura la defensora. “Urjo, por favor, a que se ayude a los estudiantes con sus pagos, a que se continúe con programas de perdón de deudas y se amplíen para que la gente pueda enfocarse en tener una mejor calidad de vida, en poder tener una casa, porque si no es así, muchos incluso van a morir y nunca van a terminar de pagar lo que deben y estarán siempre sin un respiro”.

Se estima que en Nueva York, casi 2 millones y medio de personas tienen deudas estudiantiles, siendo el cuarto estado con mayor número de prestatarios de Estados Unidos, con obligaciones que ascienden a los $92,700 millones. El 33,20% de los estudiantes universitarios de Nueva York recurre a préstamos federales para cursar sus carreras, el 56,40% son menores de 35 años, aunque el promedio de deudas que tienen es de $37,678, un 2.60% de los prestatarios deben más de $200,000 dólares.

La Fiscal General de Nueva York, Letitia James, hizo un llamado a los deudores que deberán empezar a pagar de nuevo sus obligaciones este mes, para que se informen bien sobre cómo administrar sus préstamos federales, y advirtió tener sumo cuidado con estafadores que se hacen pasar por administradores de préstamos para estudiantes y pueden aprovecharse.

“Con la reanudación de los pagos de préstamos federales para estudiantes en octubre, hay mucha ansiedad y confusión por parte de los estudiantes, los prestatarios y las familias”, afirmó la Fiscal. “Para ayudar a abordar esta situación, aliento a los neoyorquinos a seguir estos consejos para administrar mejor sus préstamos federales para estudiantes y aprovechar los programas destinados a aliviar la carga de la deuda estudiantil. También insto a los prestatarios a que tengan cuidado con los estafadores que afirman ayudar a aliviar la deuda estudiantil. Cualquiera que crea que ha sido víctima de una estafa de alivio de la deuda estudiantil debe comunicarse con mi oficina de inmediato”.

Entre otras cosas, la Fiscal James instó a los deudores, quienes deberán recibir una factura que indique cuánto debe pagar cada mes, al menos 21 días antes de la fecha de vencimiento, que revisen su cuenta de administrador de préstamos, para tener mayor claridad y no entrar en pánico.

El primer paso es iniciar una sesión en la cuenta de StudentAid.gov y verificar cuál es la entidad administradora de los préstamos, ya que varios cambiaron durante la pandemia, y allí podrá saber cuál es el saldo actual del préstamo estudiantil, el monto a pagar y la tasa de interés. Asimismo, se recomienda mantener la información de contacto actualizada.

“Studentaid.gov es el sitio web del DOE para préstamos federales para estudiantes, y puede acceder a información sobre sus préstamos federales para estudiantes, así como solicitar planes de pago, consolidación de sus préstamos federales para estudiantes y encontrar más información sobre el pago. Si no tiene una cuenta, puede solicitar una FSA ID en línea”, agregó la Oficina de la Fiscal James, que manifestó que los deudores también pueden comprobar si son elegibles para el nuevo Plan SAVE de la Administración Biden.

“El plan de pago reducirá los pagos mensuales a $0 para millones de prestatarios que ganan $32,800 o menos, o $67,500 para una familia de cuatro, y ahorrará a todos los demás prestatarios al menos $1,000 por año. Los prestatarios que ya estén inscritos en el plan actual Revisado Paga lo que Ganas (REPAYE) quedarán inscritos automáticamente en el plan SAVE”, acotó la Fiscalía. “Investigue un plan de pago basado en los ingresos (IDR) si cree que sus pagos serán demasiado altos, que pueden ayudar a proporcionar un monto de pago mensual más bajo según sus ingresos y el tamaño de su familia. Dependiendo de sus circunstancias, los pagos IDR pueden ser tan bajos como $0”.

Y en medio del fin de la pausa de los pagos de préstamos estudiantiles, organizaciones como Legal Aid Society y ALAA (Asociación de Abogados de Ayuda Legal), hicieron un llamado al gobierno del Estado para que se aprueben leyes que permitan aumentar las ayudas a abogados que sirven al interés público, para que puedan cumplir con sus obligaciones. En concreto, solicitaron a la gobernadora, Kathy Hochul, y a la Legislatura que refuerce el Programa de Condonación de Préstamos para Abogados de Servicios Legales (DALF), administrado por la Corporación de Servicios de Educación Superior del Estado de Nueva York, que aumentaría la ayuda hasta a $8,000 o la elegibilidad para la adjudicación de hasta $64,000 en total.

Actualmente los abogados que sirven al interés público pueden recibir hasta $3,400 por año, y hasta un total de $20,400 durante seis años, lo que, según Legal Aid, los coloca muy por detrás de los montos de concesión asignados a otras profesiones como enfermeras registradas en facultades de enseñanza y trabajadores sociales, que desempeñan funciones vitales, quienes tienen deudas menores que las de los abogados.

“Los abogados que sirven al interés público desempeñan un papel vital en nuestro sistema legal, asegurando que los neoyorquinos de bajos ingresos tengan la representación entusiasta que necesitan y merecen”, dijo Twyla Carter, abogada en jefe y directora ejecutiva de The Legal Aid, quien pidió a Albany aumentar la asistencia para préstamos estudiantiles. “Pero con el regreso de los pagos de préstamos estudiantiles, junto con el creciente costo de vida, el alquiler y la inflación en Nueva York, nuestra incapacidad para compensar al personal con un salario acorde con el mercado, cada día son más los que abandonan la profesión por completo. Esto perjudica a las personas que representamos, provoca retrasos en los casos y dificulta el verdadero acceso a la justicia”.

Lisa Ohta, presidenta de la Asociación de Abogados de Asistencia Legal, exigió a la Legislatura estatal que dé prioridad al proyecto para reforzar la asistencia para préstamos estudiantiles.

“Muchos miembros de ALAA y otros abogados que sirven al interés público provienen de las mismas comunidades a las que buscan servir, pero el alto costo de la facultad de derecho y los bajos salarios en los sectores gubernamentales y sin fines de lucro, hacen que esta elección de carrera sea cada vez más difícil de sostener”, dijo la defensora. “En esta próxima sesión, Albany tiene una oportunidad real de apoyar a sus propios electores garantizando que los abogados experimentados que se dedican a servir al público puedan permitirse el lujo de permanecer en sus cargos y trabajos”.

El Diario NY consultó a la oficina de la Gobernadora, Kathy Hochul, sobre el tipo de apoyo que el Estado puede prestar en medio de la reactivación de los pagos de las deudas estudiantiles, y aunque no se refirieron en detalle las solicitudes de estudiantes para recibir alivios y perdones a sus créditos, afirmaron que están comprometidos en apoyar a los estudiantes nuevos y que revisarán la legislación solicitada por Legal Aid, en caso de que sea aprobada por la Legislatura.

Una vocera de la Gobernación aseguró que como parte del presupuesto del año fiscal 2024, la gobernadora Hochul anunció “un nivel histórico de apoyo para los campus y estudiantes de SUNY y CUNY, incluidos $256 millones en nueva ayuda operativa general recurrente y $125 millones para inversiones únicas en iniciativas transformadoras en campus que apoyan la innovación”. Por otro lado destacaron la ampliación de las vías de transferencia en 19 campus de la Universidad Estatal de Nueva York que ayudará a más estudiantes de colegios comunitarios a continuar su educación superior y completar su licenciatura.

Deudas estudiantiles en NY en cifras

  • 2.46 millones de personas se estima tienen deudas por préstamos estudiantiles en NY
  • 4to estado con mayor número de deudores en el país es NY
  • $92,700 millones es el monto estimado de deudas de préstamos estudiantiles en Nueva York
  • $37,678 es el promedio de deuda por estudiante en Nueva York
  • 56.40% de los deudores de préstamos estudiantiles son menores de 35 años
  • 15.90% de los prestatarios deben menos de $5,000 dólares
  • 22.30% de los deudores deben entre $20,000 y $40,000 dólares
  • 2.60% de los prestatarios deben más de $200,000 dólares
  • 33.20% de los estudiantes universitarios de Nueva York recurren a préstamos federales para estudiantes
  • 17.20 % de los estudiantes de programas de 2 años en NY optan por solicitar préstamos estudiantiles

Datos a tener en cuenta

  • Para asegurarse si sus préstamos son públicos o privados, visite la página en línea de la FSA o llame al 1-800-4-FED-AID.
  • Puede encontrar más información sobre cómo protegerse contra estafas de préstamos estudiantiles en el sitio web de la Oficina de la Fiscal de NY y en el sitio web del DOE.
  • Cualquier neoyorquino que crea que ha sido víctima de una estafa de alivio de la deuda estudiantil debe comunicarse con la Fiscal de NY llamando al 1(800) 771-7755 o presentando una queja en línea.

Por  Edwin Martínez

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