sábado 23 de noviembre de 2024 10:28 am
Eddy Tolentino

Los arrestos por armas de fuego dentro del caótico Metro de Nueva York han aumentado 94% y la mayoría sucede cuando la policía detiene a alguien que entra sin pagar.

Los arrestos por armas de fuego dentro del caótico Metro de Nueva York han aumentado un asombroso 94% en comparación con 2019.

En lo que va del año, los policías de tránsito de NYPD han realizado 37 arrestos por armas de fuego frente a 19 en 2019 y 24 el año pasado, según los datos oficiales.

“La gente que porta armas las lleva a todas partes… Y ahora todo el mundo las tiene porque no los detienen ni los cachean”, lamentó al New York Post un veterano oficial de la policía en Manhattan.

Michael Kemper, Jefe de Tránsito de NYPD, destacó que los arrestos son una buena señal, que lleva a una caída general de la delincuencia clandestina. “Estamos deteniendo a personas por evadir tarifas y estamos encontrando armas cargadas y cada arma cargada que recuperamos es un arma menos que está en manos de alguien que podría disparar”, dijo.

Los policías han redactado citaciones por evasión de tarifas o realizado arrestos en 103,066 ocasiones en 2023, en comparación con 67,473 en el mismo período de 2022, un aumento del 52,8%.

En lo que va de año ha habido tres tiroteos en el Metro con cuatro víctimas. El año pasado Frank James (64) baleó a 10 personas en un tren abarrotado en Brooklyn y fue sentenciado a diez cadenas perpetuas a principios de este mes. En total en 2022 hubo nueve incidentes con 18 víctimas.

Desde que asumió el cargo en enero de 2022 el alcalde Eric Adams, ex NYPD, anunció varias veces que se duplicaría el número de agentes de la policía de Nueva York en el sistema subterráneo en un reforzado plan de seguridad para hacer frente a la violencia en el caótico Metro de NYC. Pero hasta ahora el crimen ha seguido.

Las armas incautadas no son el único delito en el subterráneo. En lo que va de año, 15 personas han sido empujadas a las vías del Metro. En 2022 a estas alturas, sumaban 22 casos.

La semana pasada entre la noche del lunes y la mañana del martes, dos personas murieron en el subterráneo en estaciones en Queens: una adolescente hispana de 18 años que al parecer cayó accidentalmente a las vías, y un hombre de 57 que sufrió una supuesta sobredosis.

También este mes un sospechoso fue detenido por rociar a un oficial de la policía de Nueva York con alcohol isopropílico, sustancia altamente inflamable, y luego amenazar con prenderle fuego dentro de una estación en East Harlem (Manhattan).

En agosto el costo del pasaje subió, mientras la MTA enfrenta pérdidas de $690 millones de dólares anuales por la cantidad de usuarios que acceden sin pagar, unos por no tener dinero y otros por simple vandalismo. También han aparecido los cobradores de “peaje”: personas que abren las puertas de emergencia de las estaciones para dejar pasar a otros a cambio de una “colaboración” en efectivo.

Irónicamente muy pocos usan el programa “Fair Fares” (Tarifas Justas) que ofrece la ciudad para que los neoyorquinos de bajos ingresos paguen la mitad de la tarifa en el transporte público, la misma que aplica para estudiantes, personas con discapacidad y mayores de 65 años.

Los requisitos de ingresos se basan en los niveles federales de pobreza y consideran recibos de pago, declaración de impuestos o información de otros programas, como beneficios de desempleo o alimentos. Verifique la elegibilidad para el programa aquí.

eldiariony.com

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