viernes 22 de noviembre de 2024 12:13 am
Eddy Tolentino

El mausoleo en donde reposan los restos de la ‘guarachera de Cuba’ en El Bronx estará de puertas abiertas al público. Las canciones de la intérprete caribeña siguen “vivas” en la ciudad que siempre sintió como su casa.

Esta semana, en la única tienda de discos especializada en música latina en El Barrio, como se conoce el Harlem latino, algunos clientes buscaban CD’s, discos de vinil e incluso cassettes específicamente del legado musical de Celia Cruz, la ‘Reina de la Salsa’, la ‘Guarachera de Cuba’, la mítica artista que adoraba caminar incógnita por las calles de Nueva York. 

El puertorriqueño Victor Cuevas, quien está al frente de El Barrio Music Center, cuenta que recientemente una coleccionista, se llevó todos los discos de acetato grabados por Cruz, que estaban disponibles en la tienda. Cerca de doce títulos en discos compactos de la estrella cubana no se han dejado de vender en años. Y los pocos cassettes en inventario de la producción ‘The Winners’, el cual reúne un dúo de la cantante con Willie Colón, grabado en 1987, también son requeridos.

“Aquí en Nueva York, todavía hay personas mayores que no están conectadas con ninguna tecnología. Y vienen a buscar en los viejos formatos material de Celia Cruz. Primero, porque sienten que es una forma de tenerla en casa. Y segundo porque hay muchos coleccionistas que buscan lo mejor de la música. Y esta grande, está en sus listados”, comentó emocionado Víctor.

Aún, veinte años después de su desaparición física, la rutilante presencia musical de la salsera cubana en las calles de la Gran Manzana, no ha bajado el volumen, desde que en 1974 su canción “Quimbara” grabada con el dominicano Johnny Pacheco, fuese un fenómeno de masas.

Tanto en las nuevas plataformas digitales, como en formatos de reproducción poco reconocidos por las nuevas generaciones, la ‘guarachera’ sigue siendo una artista vital y esencial. Además de una “compañía” sonora obligada de las celebraciones y la cotidianidad de las familias hispanas.

‘Todavía vive aquí’

Víctor, con 34 años en Nueva York, moviéndose en las calles del Alto Manhattan, asegura que allí la cantante cubana “suena todos los días, a cada minuto”, mientras sostiene el CD ‘Regalo del Alma’, el último álbum grabado por la salsera, lanzado póstumamente en julio del 2003, luego de su muerte por cáncer cerebral el 16 de julio de 2003.

“Ella vive aquí en Harlem todavía. Y en todo Nueva York, en realidad. Es ese tipo de figuras que nunca muere”, remató al nombrar que ‘La Negra tiene Tumbao’ es el hit que más recuerda de su dilatada carrera musical.

A solo un par de cuadras de la discotienda, en el restaurante Amor Cubano, un gigantesco mural titulado ‘La Vida es un Carnaval’, con el rostro de la intérprete, es referencia obligada de visitantes.

“La gente viene a tomarse fotos para postearla en las redes. Y cuando en el local nuestros músicos tocan sus temas, de inmediato surge mucha euforia. Es fascinante percibir el amor que tienen por ella. Es un referente de nuestra cultura popular”, cuenta Laura Murera, una colombiana que es manager de este sitio de comida y música caribeña.

Su casa, Nueva York

En entrevista con El Diario, Omer Pardillo manager y albacea de la artista, quien se incorpora este domingo a los homenajes que se realizarán en el Desfile Cubano e Hispanoamericano, en Manhattan, por motivo de las dos décadas de la partida física de la cantante, refirió que Nueva York fue la casa de esta grandiosa de la música, desde noviembre de 1970.

En conclusión, vivió más tiempo en la capital del mundo, que en su natal Cuba.

Primero, residió por muchos años en la calle 54 y Broadway. Después en la calle 57 y la Novena Avenida. Finalmente se mudó a Long Island, hasta que decidió irse a Fort Lee en Nueva Jersey.

Otra referencia: El restaurante francés Balthazar, ubicado en el Bajo Manhattan, era el preferido de quien popularizó globalmente el grito de ‘!Azúcar!’, como un componente de sus interpretaciones. Además, una de las marcas distintivas de sus líricas, que en su mayoría, eran una invitación permanente a vivir a plenitud.

“Ella siempre me repetía que amaba Nueva York. Cuando aterrizábamos aquí luego de meses de gira, comentaba que era en donde realmente se sentía en casa. Era realmente su lugar preferido. Le encantaba el clima, particularmente el invierno. Perderse entre la gente, especialmente los sábados, caminando por Soho. Caminar por la ciudad, era casi que su ritual preferido”, recordó.

Pardillo remarca que nunca nadie se hubiese imaginado, e incluso la misma intérprete murió sin saberlo, que una mujer, negra y pobre que vino de una isla, fuese capaz de conquistar al mundo solo con su voz. 

Hace 20 años, se paralizó la Quinta Avenida de Manhattan durante sus actos funerarios. Ahora este 16 de julio que marcó la fecha de su fallecimiento, se abrirá nuevamente al público el mausoleo en donde reposan sus restos en el cementerio Woodlawn de El Bronx.

Su tumba sigue siendo una de las más visitadas en esa localidad, donde también descansan numerosas personalidades de las artes, la política y los deportes.

“La gente le sigue llevando flores y cartas. Y abrir las puertas de este lugar siempre ha significado una forma de acercarla a centenares de fanáticos que todavía la visitan. Que todavía quieren honrar su memoria”, indicó Pardillo.

Altos reconocimientos

Este año Celia Cruz, fue reconocida por la revista Rolling Stone y la incluyó en su listado de los 200 mejores cantantes del mundo. El primer lugar le correspondió a Whitney Houston, segunda Aretha Franklin y tercera Billie Holliday. 

La primera latina que aparece es la cubana, en el puesto 18 y Héctor Lavoe figura en el 73. El resto de latinos se encuentran después del número 100.

Y en los próximos meses, vienen más hitos para celebrar la vida de la legendaria cantante. Su rostro estará plasmado en una moneda de 25 centavos de Estados Unidos. Fue escogida junto a otras cuatro mujeres como parte de las homenajeadas para el programa American Women Quarters en 2024, una iniciativa de cada cuatro años que celebra los logros y las contribuciones de las mujeres en el país.

“Ahora cuando recordamos el día de su partida física, realmente lo que ratificamos es que nunca antes había estado tan viva. Como cuando en los años 70 lanzó ‘Quimbara’ que es un tema icónico, vinculado con la existencia misma de los movimientos salseros de Nueva York. Era un himno que sonaba en cada esquina de los barrios latinos. Y, la verdad, todavía sigue sonando”, acotó.

Además, se tiene muy claro, en los registros históricos, que ninguna otra mujer latina en la historia “reventó” el Madison Square Garden, tantas veces como lo logró Cruz.

Un museo en la calle Celia Cruz

La salsa, un género musical que se ‘cocinó’ en las calles de la ciudad de Nueva York en los años 60 y que tiene su origen en una mezcla de ritmos traídos por la inmigración caribeña, podría tomar un nuevo aire en manos de nuevas generaciones de músicos y promotores que se niegan a que el legado de leyendas como Celia Cruz, Héctor Lavoe, Johnny Pacheco, Tito Puente, se borren para siempre. 

Desde hace un par de años, varios músicos y promotores vienen presentando el proyecto del Museo Internacional de la Salsa (ISM), cuya meta apunta a que este nuevo centro cultural se erija en el Kingsbridge Armory en Kingsbridge Heights, en la avenida Reservoir de El Bronx, justamente en una calle llamada Celia Cruz.

Willy Rodríguez, un joven músico egresado de LaGuardia High School y quien ha sido director de la banda de Tito Puente Junior’, forma parte del equipo que impulsa esta iniciativa que quiere rescatar la historia, pero también la vigencia de una de las expresiones más importantes que nacieron en la Gran Manzana, con sello latino

“Nuestro proyecto es además educativo. Queremos divulgar este género latino en las escuelas, en las nuevas generaciones. Y dentro del museo ya está muy claramente definido que Celia Cruz tendrá un espacio muy especial. No solo con sus originales vestuarios, sino con el poderío de su discografía y su música”, destacó Rodríguez.

El joven músico quisqueyano recuerda como una importante anécdota personal, que teniendo 15 años y participando como pianista en un concierto con José Alberto ‘El Canario’ en Nueva York, tuvo el honor de contar en el público con la “señora” Celia Cruz: “Al terminar el show ella se acercó y me dijo con mucho entusiasmo que siguiera adelante. Que yo iba a ser un gran músico. Siempre mostró un gran apoyo a las nuevas generaciones. Y eso eso habla de la inmensidad de un artista”.

Entre las mejores:

  • 2021 fue el año en que la revista Rolling Stone ubicó a ‘La vida es un carnaval’ entre las 500 mejores canciones de todos los tiempos en la posición 439.
  • 37 discos de estudio grabó la ‘Guarachera de Cuba’.

Por: Fernando Martínez

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