viernes 11 de octubre de 2024 8:31 am
Eddy Tolentino

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ Ante las abrumadoras estadísticas sobre muertes y mutilaciones en la República Dominicana y Estados Unidos en accidentes de tránsito, el laureado psicólogo dominicano Henry A. Montero Tapia advierte a los conductores no manejar bajo los efectos del alcohol y respetar las leyes y reglas para evitar que millares de personas sigan  muriendo en ambos países y el mundo.

Montero, CEO de la clínica de salud mental Alquimedez Health Counseling con sede en Nueva York y ahora con licencia (MH18912)  para servir en Florida, el especialista dijo que de acuerdo a las estadísticas mundiales, República Dominicana es el país del planeta con mayor cantidad de muertes y mutilados a manos de choferes intoxicados de alcohol, con 65 víctimas fatales por cada 100,000 habitantes hasta 2022 según la organización “World of Statistics” (Estadísticas del Mundo)  mientras en Estados Unidos perecieron casi 43 mil según el Departamento de Transporte USA, en accidentes de tránsito en los Estados Unidos en 2021, el más alto desde 2005, y las muertes por exceso de velocidad y conducción deficiente aumentaron.

Calificó como escalofriantes las cifras de muertos en  la República Dominicana que en 2021 fueron 4,391 con 42.7% acorde con el  Anuario de Muertes Accidentales y Violentas de 2021 publicado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), y que vienen aumentando significativamente entre 2022 a 2023.

Montero Tapia señala que los criterios para evaluar a una persona que maneja bajo el efecto del alcohol pueden variar según las leyes y regulaciones de cada país o jurisdicción, sin embargo, hay algunos criterios comunes que a menudo se consideran en las evaluaciones de conducir bajo los efectos del alcohol como las diferentes pruebas que hacen las autoridades para evidenciar el grado de alcohol en la sangre de los conductores responsables por las muertes y heridos.

Explicó que  las pruebas de alcoholemia, como el uso de un alcoholímetro o análisis de sangre, se utilizan para medir la concentración de alcohol en la sangre de una persona.

“Los límites legales para la concentración de alcohol varían según la jurisdicción y se establecen como referencia para determinar si el conductor está sobrio o bajo los efectos del alcohol”, agregó el psicólogo.

Dijo que  los oficiales encargados de hacer cumplir la ley pueden observar el comportamiento del conductor, como dificultades para mantener el equilibrio, olor a alcohol, habla incoherente o enlentecida y / o  reacciones lentas, entre otros.

“Estos comportamientos pueden indicar que el conductor está bajo la influencia del alcohol”, subrayó añadiendo que además, los policías pueden realizar pruebas de campo, como la del caminar en línea, la prueba del nistagmos horizontal (movimiento incontrolable de los ojos) y la prueba del aliento, para evaluar la coordinación motora, la atención y la capacidad de respuesta del conductor.

También se verifican  los signos físicos como ojos vidriosos o rojos, pupilas dilatadas o contraídas, enrojecimiento de la piel o aspecto desaliñado que pueden ser indicios de que el conductor ha consumido alcohol.

“En algunos casos, el historial de conducción y los antecedentes del conductor pueden considerarse al evaluar la presencia de manejo bajo los efectos del alcohol para confirmar  si una persona ha sido condenada anteriormente por conducir en estado de embriaguez, es más probable que se apliquen sanciones más severas”, explica el especialista.

Sostiene que es importante tener en cuenta que estos criterios pueden variar y están sujetos a las leyes y regulaciones locales.

“Siempre es recomendable seguir las leyes y no conducir bajo los efectos del alcohol para garantizar la seguridad de todos en las vías”, sugiere Montero Tapia.

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