Recientemente, McDonald’s se vio envuelto en una situación crítica relacionada con un brote de contaminación por “Escherichia coli” que ha afectado a sus clientes en varias regiones de Estados Unidos. Según informes, unas 75 personas resultaron infectadas tras consumir alimentos en uno de los restaurantes de la famosa cadena de comida rápida. De acuerdo con datos proporcionados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), al menos 22 de estas personas requirieron hospitalización, y lamentablemente, se ha reportado una muerte relacionada con este brote.
La investigación de la FDA identificó una posible conexión entre la contaminación y las cebollas suministradas por la empresa Taylor Farms, que proveía a aproximadamente 900 establecimientos de McDonald’s. En respuesta a esta situación, McDonald’s tomó la decisión de suspender indefinidamente el aprovisionamiento de cebollas de esta compañía, mostrando su compromiso con la seguridad alimentaria y la salud de sus consumidores.
La cadena de comida rápida comunicó que el fin de semana recibió los resultados negativos de las pruebas realizadas por el Departamento de Agricultura del estado de Colorado, donde se localizaron muchos de los restaurantes afectados. Las autoridades estatales indicaron a McDonald’s que no planeaban realizar más pruebas en este momento, lo que ha llevado a la compañía a sentirse más segura sobre el origen del problema.
“El problema parece estar circunscrito a un ingrediente y a una zona geográfica”, afirmó un portavoz de McDonald’s, quien también expresó la confianza de la empresa en que cualquier producto vinculado a esta contaminación ha sido retirado de su cadena de suministro. Es importante destacar que las cebollas contaminadas se utilizaban específicamente en la preparación de la hamburguesa “Cuarto de libra”, lo que llevó a la cadena a suspender temporalmente la venta de este producto en 900 restaurantes de Colorado y otros 11 estados.
McDonald’s planea reanudar la venta de la hamburguesa “Cuarto de libra” en estos establecimientos en un plazo de una semana, una vez que se sientan seguros de que la situación ha sido controlada. Sin embargo, este brote ha llevado a varias presuntas víctimas a presentar demandas contra la empresa, lo que podría complicar aún más la situación legal y la reputación de la marca.
La bacteria “E. coli” es conocida por causar síntomas gastrointestinales como calambres estomacales, diarrea y vómitos, que generalmente persisten de tres a cuatro días. Aunque la mayoría de las personas se recupera sin necesidad de tratamiento, algunas pueden experimentar complicaciones más severas, lo que resalta la importancia de la seguridad alimentaria en la industria de la restauración.
McDonald’s está tomando medidas para garantizar que este tipo de incidentes no se repitan en el futuro, y ha reiterado su compromiso con la salud de sus consumidores al investigar a fondo este brote y ajustar su cadena de suministro según sea necesario.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.