El exdirector de Casinos y Juegos de Azar, Óscar Chalas Guerrero, se declaró culpable de haber recibido sobornos de bancas de apuestas ilegales a cambio de permitirles operar, como parte de un acuerdo con la PEPCA que incluye la devolución de RD$20 millones al Estado. Este caso, vinculado a la Operación Calamar, ha sacado a la luz una red de corrupción que involucraba a altos funcionarios y empresarios del sector.
La confesión ante la justicia
Chalas Guerrero admitió ante la jueza Altagracia Ramírez que recibió pagos irregulares de bancas de apuestas ilegales durante su gestión (2016-2019). Como parte del acuerdo, devolvió RD$17 millones en cheques y dos vehículos valorados en RD$3 millones.
La red de corrupción
El exfuncionario reveló que el entonces ministro de Hacienda, Donald Guerrero, tenía conocimiento de los cobros, y mencionó a otros implicados:
- Manuel Emilio Jiménez (Mimilo)
- José Arturo Ureña
- Fernando Crisóstomo Herrera
El acuerdo con la PEPCA
La PEPCA otorgó inmunidad penal a Chalas Guerrero a cambio de su colaboración y la devolución de los fondos. «Ha colaborado de manera libre y voluntaria», declaró Mirna Ortiz, representante de la PEPCA.
El impacto social
Este caso ha generado indignación en la sociedad dominicana, donde la corrupción en el sector de los juegos de azar ha sido un problema recurrente. La Operación Calamar ha puesto en evidencia cómo funcionarios y empresarios coludieron para beneficiarse económicamente.
¿Qué sigue?
La PEPCA avanza en la investigación contra los demás implicados, incluyendo a Donald Guerrero. Se espera que en las próximas semanas se presenten nuevas acusaciones.